MEXICO, 18 nov (Xinhua) -- La política económica mundial muestra "signos de agotamiento" y la mejor manera de buscar nuevas fuentes de crecimiento sería aplicando la propuesta de China al G20 de priorizar la innovación en el desarrollo y optar por la economía abierta, aseguró a Xinhua el economista Jesús Valdés.
Para el académico del Departamento de Estudios Empresariales de la mexicana Universidad Iberoamericana, la actual crisis financiera y económica internacional "está viviendo una crisis estructural", pues afecta al sector político y social.
De ahí, reconoció que los jefes de Estado y de Gobierno de las 20 mayores economías del mundo (G20), que celebraron su cumbre esta semana en la ciudad turca de Antalya, "empiezan a preocuparse por el crecimiento económico desigual".
"Es uno de los efectos fundamentales que influyen en el poco crecimiento que está teniendo la economía internacional", aseveró el experto.
Las reformas aprobadas favorecen la transparencia fiscal y pretenden dificultar la ingeniería impositiva de las grandes compañías, mientras la regulación bancaria se ha diseñado para evitar futuros rescates de la gran banca con dinero público, aseveró.
Los líderes del G20 reconocen que el crecimiento económico mundial está por debajo de las expectativas y advierten de riesgos e incertidumbres en los mercados financieros, así como de desafíos geopolíticos que amenazan la economía.
Durante la cumbre, los líderes del grupo, integrado por países industrializados y emergentes, se comprometieron a impulsar el crecimiento económico mundial, que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo para este año al 2,9 por ciento desde el 3,3 por ciento previsto hasta ahora.
El estudio de la OCDE se plantea que los países tienen cada año pérdidas de recaudación de hasta 230.000 millones de euros (unos 246.000 millones de dólares) solo en el impuesto de sociedades, lo que tiene "un efecto negativo para poder atacar determinados problemas sociales", explicó Valdés.
En este sentido, el G20 adoptó un plan de acción de la OCDE para luchar contra la erosión de la base fiscal y la transferencia de las ganancias de las corporaciones multinacionales, una práctica con la que se dejan de gravar entre 100.000 y 240.000 millones de dólares.
Durante la cumbre, el presidente de China, Xi Jinping, llamó a reforzar la coordinación de políticas macroeconómicas para unir la fuerza de las políticas y las acciones, y a aumentar la innovación y la refoma para afianzar el pontencial de un crecimiento económico estable en el medio y largo plazo.
"Me sorprendió que el presidente Xi emplazase a los líderes del G20 a encontrar con urgencia nuevas fuentes de crecimiento económico. Ahora este emplazamiento debe estar fundamentado en la búsqueda de fomentar una mayor igualdad", reconoció el académico.
China será la sede de la cumbre 2016 del G20, que tendrá lugar los días 4 y 5 de septiembre en la ciudad oriental de Hangzhou, conocida por su famoso Lago del Oeste.
El tema de la cumbre será "Construir una economía mundial innovadora, fortalecida, interconectada e inclusiva". De ahí, "los países del G20 deberán trabajar en la creación de nuevos mecanismos que mantenga los niveles de empleo y bienestar social", acotó el experto.
"Desde este momento y con miras a 2016 creo que se debe analizar un posible replanteamiento del crecimiento", abundó, al tiempo que reconoció que uno de los retos será ver la manera en cómo enfrentar un posible decrecimiento económico en el año entrante. En su opinión, China, "hará un replanteamiento en muchos aspectos".
"Creo que va a hacer cambios a su modelo para garantizar el crecimiento, que incluso se ha reportado muy satisfactoria en el plano social. Si esos niveles de crecimiento se mantienen para los siguientes años, evidentemente será importante y beneficioso para la economía latinoamericana y fundamentalmente para la economía del Cono Sur", consideró el académico.
China, segunda mayor economía del mundo, tiene confianza y capacidad para sostener una tasa de crecimiento entre mediana y alta y seguir creando oportunidades de desarrollo para los demás países.
Se prevé que la economía china crezca aproximadamente un siete por ciento este año, lo que seguirá contribuyendo a cerca de una tercera parte del crecimiento global.