El Rayo Vallecano pasó un calvario, un gran sofocón en los primeros quince minutos, pero tras las expulsiones de Tito y Baena ya no pudieron hacer más, sino sólo aguantar el chaparrón madridista, y el partido prácticamente acabó ahí.
No fue una goleada normal, que no convenció ni siquiera al público. Diez goles condicionados, fruto de la expulsión de Tito, primero, y Baena, segundo, y cuando el Real Madrid iba perdiendo 2-1 al remontarle el Rayo el 1-0 inicial de Danilo.