En esta foto del 19 de diciembre de 2015, un niño palestino juega con una pelota frente una casa pintada, en el campamento de refugiados de Shati en la ciudad de Gaza. [Foto/AP]
Los artistas dibujaron flores en las paredes de color amarillo, rosa y morado pastel, utilizaron madera reciclada para crear marcos de ventanas inclinadas y convitieron neumáticos viejos en macetas. En una de las paredes dibujaron un elefante con la espalda tan alta como el muro. Cuando los niños se sientan encima del muro, parece como si estuviesen montando en elefante.
"Limpiaron el campamento. Llegué aquí y estaban pintando. Pensé: “¿Qué es esto' No reconozco la zona", dijo Karam Abdel-Bari, un residente del campamento.