La policía de la municipalidad de Shanghai, este de China, desarticuló una enorme red de venta de fuegos artificiales que vendía pirotecnia sin licencia medio mes antes del Año Nuevo Lunar.
La policía confiscó más de 5.300 cajas de fuegos artificiales y petardos en un almacén rural y en una tienda de cigarros en un área de la ciudad. Además, en la operación llevada a cabo el sábado en la noche, detuvo a 15 sospechosos, informó el Buró de Seguridad Pública del distrito de Baoshan.
La banda está acusada de comprar explosivos en provincias cercanas y de operar un sitio de internet para venderlos en la ciudad.
El encendido de fuegos artificiales durante el Nuevo Año Lunar, que este año será el 8 de febrero, es una tradición de mucho tiempo en China porque se cree que el ruido que producen aleja a los malos espíritus.
Sin embargo, la práctica ha sido culpada cada vez más de contribuir al problema de contaminación del aire en el país y de causar incendios y dejar heridos. Por eso muchas ciudades han limitado las exhibiciones de pirotecnia y permiten que sólo los fuegos artificiales con licencia se vendan en establecimientos al menudeo autorizados.
La producción de fuegos artificiales ilegales, que por lo general se realiza en talleres rurales con escasas medidas de seguridad, también ha sido la causa de una serie de explosiones mortales en los años recientes. En julio del año pasado, 21 personas murieron en una explosión en un almacén de pirotecnia ilegal en la provincia de Hebei, norte de China.