Es poco probable que la crisis Irán-Arabia Saudita dispare los precios del petróleo |
Por Mei Xinyu
Beijing,18/01/2016(El Pueblo en Línea)- Para Medio Oriente, el 2016 inició con la crisis política causada por la detención y ejecución en Arabia Saudita del clérigo chií Sheikh Nimr al-Nimr. Además de la intensificación de las tensiones entre Arabia Saudita e Irán, la ejecución de al-Nimr y sus secuelas también preocupan a toda la región del Golfo Pérsico. Incluso si continúa la confrontación Irán-Arabia Saudita, muchos consideran que es probable que suban los precios del petróleo.
Los fundamentos económicos y políticos determinarán los precios del petróleo para este año. La tendencia a la baja continuará por algunos años más, aunque -a corto plazo- aumenten los precios en el mercado internacional.
Debemos comprender que, aunque los agentes del mercado perciban la confrontación entre Irán y Arabia Saudita como un riesgo geopolítico, la experiencia indica que este tipo de riesgos por sí solos no conducen a un aumento de los precios. Después de un corto período de tiempo, es probable que la situación se estabilize y el mercado del petróleo vuelva a su normalidad.
Antes de la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), ambos países eran los principales productores y exportadores de petróleo. Así que los precios del petróleo deberían haberse elevado debido a la escala bélica. En cambio, ocurrió lo contrario y entre 1986 y 1987 se desplomaron en un 50 por ciento, iniciando la fase “a la baja” del petróleo que ya lleva 15 años.
En teoría, los precios del petróleo suben cuando la demanda supera la oferta o cuando los riesgos geopolíticos ponen en peligro la producción o transporte del crudo.
El mercado actual del petróleo se caracteriza por un exceso de oferta de millones de barriles al día y todavía los principales consumidores tienen una gran capacidad de almacenamiento. Incluso durante los enfretamientos políticos, nadie espera que los partidos rivales disminuyan o paren la producción de petróleo o bloqueen el transporte. Al contrario, todas las partes hacen esfuerzos para proteger la producción de petróleo porque les garantiza sus ingresos.
La última “alza” del mercado del petróleo ocurrió desde el 2002 hasta el primer semestre del 2014, dando paso a la estrepitosa caída de los precios, en gran parte debido a la especulación financiera y al debilitamiento de la organización del monopolio de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP). En este caso, aunque las tensiones Irán-Arabia Saudita es considera como un "riesgo geopolítico", no llevará a la reducción de la capacidad de producción de petróleo o dificultará su distribución y transporte. Lo que se le exigirá a las autoridades de los países productores de petróleo es aumentar sus resultados y debilitar al monolopio OPEP, para acelerar el levantamiento de las sanciones contra Irán y aumentar su capacidad de producción, lo que conducirá a que los precios del petróleo vuelvan a bajar.
Además, contrario a lo que muchos piensan, la hostilidad entre Irán y Arabia Saudita podría aumentar la inversión en el sector de petróleo y gas de Irán, ya que las potencias occidentales no quieren ver que las fuerzas políticas de Irán, Arabia Saudita y otros importantes países islámicos formen una alianza.
La confrontación entre Irán y Arabia Saudita servirá para que los Estados Unidos aprovechen las diferencias entre los países de mayoría chiíta y sunita. Como resultado, los EE.UU. podrían acelerar la aplicación de su acuerdo nuclear, levantar las sanciones y aumentar la inversión en Irán. Como consecuencia directa, Teherán aumentaría su capacidad de producción de petróleo. Y tal vez esta estrategia también se haría en otros países.
Además, el actual conflicto Irán-Arabia Saudita podría estimular a Riad para subir el volúmen de su producción de petróleo, no sólo porque Arabia Saudita quiera impedir que Irán conquiste su cuota de mercado, sino también porque el deterioro de las relaciones Riad-Teherán obligará a Arabia Saudita a expandir considerablemente su presupuesto militar, lo que implicará un aumento del gasto dentro de su presupuesto como nación.
El autor es investigador del Departamento de Comercio del Instituto de Cooperación Económica, adscrito al Ministerio de Comercio Exterior de China.