Disyuntiva de una madre siria: Dejar a su hijo partir en busca de asilo o quedarse en la guerra

Xinhua  2016:03:10.14:36

Disyuntiva de una madre siria: Dejar a su hijo partir en busca de asilo o quedarse en la guerra

DAMASCO, 9 mar (Xinhua) -- Samira, una madre siria, se encontró ante una disyuntiva imposible cuando su hijo le dijo que quería irse a Europa, como miles de Sirios que huyen de este país destrozado por la guerra, en busca de una nueva vida en el viejo continente.

Perder a su único hijo de 24 años en el conflicto o dejarlo ir para correr el riesgo de ser un refugiado son opciones difíciles y casi imposibles para Samira.

Antes de que su hijo le diera la noticia, Samira siempre había seguido las noticias sobre los refugiados. Sus sitios de destino preferidos, el largo y riesgoso viaje que emprenden y, lo más terrible, los barcos de la muerte.

"Fui muy firme con él. Le dije no, no te vas a ir", dijo Samira a Xinhua sobre el diálogo que entabló con su hijo.

"Le dije que no porque es mi único hijo y también por las terribles noticias que vemos y escuchamos en la televisión sobre la peligrosa ruta que los refugiados toman", dijo.

"También le dije que no porque no hay nada claro con respecto al futuro de los refugiados en Europa", explicó.

Samira, viuda y madre además de dos hijas, dijo que ha estado soportando el conflicto durante cinco años y que "saca energía de sus hijos".

"Yo no lo animo a que se vaya. Creo que mi respuesta siempre va a ser no", dijo.

"Viviremos juntos, compartiremos juntos los problemas. Hemos pasado malos momentos, podemos enfrentar juntos los tiempos difíciles", dijo la mujer tratando al parecer de tranquilizarse sola.

Samira agregó que su renuencia no proviene del egoísmo, sino de la preocupación y el temor por el futuro de su hijo.

"Hemos esperado cinco años y creo que ahora la situación está mejorando. No quiero que se vaya a Europa porque no creo que la situación vaya a ser mejor para él allá", dijo.

"Siempre estoy atenta a la situación de los migrantes y a cómo los tratan. No puedo ver a mi hijo en esa posición", agregó.

Otra razón por la que Samira teme que su hijo se vaya a Europa es la amenaza de los grupos radicales que también están amenazando con emprender actos terroristas en Occidente.

"Todos vieron lo que ocurrió en París. ¿No cree que los árabes, y en particular los musulmanes, serán siempre a quienes se culpe? Quizás estoy exagerando, pero no quiero que mi hijo sea víctima de crímenes de odio", dijo.

Pero si su hijo se decide, Samira dijo que no tendrá más opción que "rezar por él".

Refugiados y migrantes destacan bajo la lluvia en la zona de amortiguamiento entre Grecia y Macedonia, a la espera de la decisión de la cumbre UE-Turquía, en Grecia, 7 de marzo de 2016. (Xinhua / Marios Lolos)

Amir, el hijo y estudiante de tercer año de traducción en Damasco, es un joven delgado de apariencia amable. Pero su aparente calma oculta un gran ruido en su cabeza.

"He estado pensando en dejar el país durante más de dos años, pero no he tenido dinero suficiente", dijo Amir, sentado al lado de su madre en el barrio viejo de Damasco, la capital.

Amir dijo que ha logrado ahorrar algo de dinero trabajando como productor independiente para una estación de televisión iraquí con sede en Damasco.

"Ahora los sirios no tienen más opción que abandonar el país a través de rutas ilegales para llegar a Europa, salvo por un muy reducido segmento de la sociedad que puede viajar por medios legales", dijo.

El joven dijo que la ruta que tomará será "la misma que toman todos los sirios: a Turquía, Grecia y cualquier país europeo".

"He estado tratando de comunicarme con muchos de mis amigos que ya lograron llegar a Europa para que me digan cuáles son las rutas más seguras y los traficantes más confiables", dijo.

En desacuerdo con su madre, Amir expresó pesimismo con respecto a las perspectivas del conflicto en su país y dijo que "es cierto que hay una tregua, pero nada es políticamente tangible. No veo una solución cercana en el horizonte".

El joven dijo que irse a Europa no significa que no regresará a su país.

"Quiero irme para allá y desarrollar mi potencial. No quiero quedarme ahí para siempre. Quiero ahorrar algo de dinero, tener un título universitario y regresar a mi familia".

El caso de Amir es como el de cientos más cuyas madres despiden con renuencia a sus hijos con la esperanza de un un futuro mejor para ellos.