Novias en una boda china masiva en Fengjing, Jinshan, Shanghai. [Foto: Proporcionada]
Una boda promedio organizada por Yu puede costar 50.000 yuanes, aunque "es difícil ofrecer un número exacto" porque el evento debe reflejar el gusto personal, el estilo y los deseos de la nueva pareja.
“El excentricismo a la hora de concebir la ceremonia de bodas roza casi lo sagrado. Tiene su raíz en el ateísmo general”, precisa Yu. “La religión, como forma de comunión, juega un papel esencial en las bodas occidentales, pero en China el hincapié está en el espectáculo que ofrece la ceremonia y el banquete”.
"Sin elementos espectaculares y personalizados, las bodas chinas tienden a convertirse en una rutina formal y aburrida donde los invitados se presentan, entregan su regalo, comen y se van”, admite Yu.
Hace cinco años, los hoteles de cinco estrellas y los restaurantes de lujo acogian las bodas. Ahora, la gente está interesada en los lugares privados y los clubes exclusivos.
"A muchos no les agrada la idea de que su boda se celebre en el mismo hotel donde se están celebrando otras tres bodas al mismo tiempo. Quieren exclusividad", asevera Yu. “Porque el evento nupcial ahora se concibe como un gran espectáculo donde la pareja y sus familias se aseguran que también participen los clientes importantes. "