El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, expresó el martes su optimismo ante la futura cooperación económica y comercial entre su país y China.
Los lazos ruso-chinos se encuentra en su mejor momento y se han profundizado coherentemente en beneficio de ambos países y pueblos, indicó Lavrov a periodistas chinos, japoneses y mongoles en la víspera de su viaje a los tres países.
El comercio entre Rusia y China ha descendido debido a la debilidad de la economía mundial, pero se trata de algo temporal, señaló Lavrov, agregando que Rusia y China cuentan con gran potencial para la cooperación en enegía, telecomunicaciones, aviación y espacio.
Subrayó, además, la importancia de la cooperación a nivel regional, como es el caso de la conexión entre el programa de desarrollo de Lejano Oriente ruso y el plan chino para revitalizar su región nororiental, o de la colaboración entre la región rusa del Volga y las cuencas alta y media del río chino Yangtzé.
Rusia y China están interesadas en expandir la cooperación y conectar la Unión Económica Euroasiática (UEE), liderada por Rusia, con la iniciativa china de la Franja Económica de la Ruta de la Seda, afirmó Lavrov.
"Actualmente, se está preparando un acuerdo sobre la cooperación económica y comercial entre la UEE y China, así como una hoja de ruta para los proyectos de integración prioritarios", agregó.
Asimismo, Lavrov anotó que ambos países han mostrado su voluntad de establecer una zona de libre comercio entre la UEE y la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), una idea que partió del presidente ruso, Vladimir Putin.
"La entrada de la India y Pakistán en la OCS promoverá en gran medida el crecimiento económico de los dos bloques (la UEE y la OCS)", subrayó el ministro ruso.
Además, los líderes de Rusia, China y Mongolia han acordado la integración de la UEE, la iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y el proyecto mongol de la "Ruta de la Estepa", a fin de establecer un único corredor económico de transporte que ayude a expandir el comercio trilateral y mejorar la competitividad de las tres economías, precisó.
Sobre el tema del Mar Meridional de China, que ha causado disputas entre Beijing y algunos países del Sudeste Asiático, Lavrov opinó que las divergencias deben ser solucionadas a través del diálogo y que los intentos de internacionalizar el problema deben acabar.
El canciller ruso instó a los actores externos a dejar de intervenir en las negociaciones entre los involucrados, advirtiendo que tal intervención será "completamente contraproducente".
"Documentos como la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China, firmados entre China y los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, han allanado el camino para llegar a acuerdos aceptados por ambas partes, la única medida viable", dijo Lavrov.
Sobre el problema de la península Coreana, apuntó que Rusia y China reconocen el derecho de la República Popular Democrática de Corea a usar la energía nuclear con un propósito pacífico, pero que no aceptan sus ambiciones nucleares.
También expresó preocupación por el posible despliegue del sistema de misiles Terminal de Defensa de Alta Altitud por parte de Estados Unidos en Corea del Sur. "No es un sistema aislado, sino un vínculo con el sistema de defensa antimisiles de EEUU en el Noreste Asiático".
"Junto con nuestros amigos chinos, nos percatamos de que seguir por este camino creará una amenaza real a la seguridad de nuestros países y desestabilizará la estabilidad estratégica en el Noreste Asiático", añadió.
Moscú y Beijing están comprometidos con la desnuclearización de la península Coreana y la restauración de las conversaciones a seis bandas, que suponen "la medida real para solucionar el problema nuclear en la península", destacó Lavrov.