Estabilización de crecimiento de China favorece a reformas estructurales |
La estabilización del crecimiento económico de China, confirmada hoy por estadísticas oficiales, debe ser más que sólo una razón convincente para que los economistas se tranquilicen acerca de las perspectivas futuras de la economía china.
Aunque los desafíos permanecen, las estadísticas confirmaron que está en marcha una transición económica impulsada por los robustos sectores de alta tecnología y servicios, y la estabilización del crecimiento económico apunta hacia más espacio y por ello hacia un camino más fácil para las reformas estructurales de China.
La economía creció en un 6,7 por ciento anualizado en el primer trimestre, de acuerdo tanto con las expectativas de mercado como con el rango oficial para todo el año de entre 6,5 y 7 por ciento. Pero de manera más importante, los economistas se han apresurado a notar el crecimiento robusto en los nuevos conductores del crecimiento y en el sector servicios.
El sector industrial creció en 5,8 por ciento, más lento que el crecimiento de 6,1 por ciento del año pasado, pero más rápido que el crecimiento de 5,4 por ciento en los primeros dos meses de este año. En particular, las industrias de alta tecnología y las industrias de manufactura de equipo y maquinaria crecieron 9,2 y 7,5 por ciento, respectivamente, lo que contribuyó con una gran parte del crecimiento.
Las industrias terciarias crecieron 7,6 por ciento, lo que demuestra que la industria de servicios continúa siendo un punto brillante en la economía china.
No es nada sorprendente, pues las estadísticas publicadas antes, como las estadísticas comerciales y el índice de gerentes de compras, mostraron señales de estabilización. Las estadísticas más recientes sólo sirvieron para confirmarlas.
Al analizar los sentimientos del mercado en los últimos meses, es evidente que el pesimismo respecto a las perspectivas económicas de China se había exagerado. Una vez más se demuestra que es esencial mirar el panorama general en lugar de sólo enfocarse en un solo aspecto de la vasta economía de China.
El pesimismo alcanzó su punto máximo cuando hubo preocupaciones por los mercados a causa de los comentarios de algunos inversionistas internacionales. No debe sorprender que los inversionistas internacionales hagan comentarios pesimistas respecto a la economía china cuando algunos de ellos, en especial los especuladores, se benefician de las volatilidades de los mercados.
China está tratando de llevar a cabo una transición económica de un crecimiento conducido por la inversión y las exportaciones a un crecimiento dirigido por el consumo y la demanda doméstica. Es natural que la economía se desacelere de un crecimiento sumamente alto hasta un crecimiento medio-alto sostenible en medio de las debilidades externas.
China adoptó un enfoque de alentar una reestructuración económica con innovación y espíritu emprendedor mientras avanza con las reformas, incluida la simplificación sistemática de los procedimientos de gobierno. Muchas de las industrias tradicionales están siendo transformadas en un proceso facilitado por altas tecnologías. La capacidad industrial excesiva está siendo reducida.
Es justo decir que la gente ha comenzado gradualmente a aceptar la "nueva normalidad" de la economía china, lo que significa que China podrá mantener crecimientos de entre 6,5 y 7 por ciento en el largo plazo, en lugar del crecimiento por encima del 10 por ciento que experimentó durante varios años.
Los desafíos se mantienen, en particular con la creciente deuda corporativa. No obstante, las organizaciones internacionales han elevado sus pronósticos para la economía china. El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que la deuda corporativa, aunque representa un riesgo, no justifica preocupaciones exageradas y, en su pronóstico más reciente, modificó el pronóstico de crecimiento de China para 2016 y 2017 en 0,2 puntos porcentuales, lo que confirma la modificación en el sentimiento del mercado.
Las cifras más recientes que indican una estabilización en el crecimiento deben ser tranquilizantes, pues dejan más espacio para realizar las reformas estructurales que permitan al mercado tener un papel decisivo en la distribución de recursos.
A pesar de los altibajos en el sentimiento del mercado, la recuperación económica de China siempre ha estado apuntalada por sus fundamentos firmes. Esto debe ser un recordatorio de que el mercado es inestable y de que los economistas e inversionistas no deben apresurarse a ser pesimistas.