BEIJING, 16 abr (Xinhua) -- La confianza internacional en el futuro económico de China mejoró de manera evidente luego de se publicaran el viernes estadísticas clave sobre su desempeño económico durante el primer trimestre, y la gente de afuera de China ha aceptado la "nueva normalidad" del país de un crecimiento más lento de entre 6,5 y 7 por ciento.
Un miembro importante del Centro de China John L. Thornto del Instituto Brookings, David Dollar, dijo que las medidas macroeconómicas puestas en operación por el gobierno chino han ayudado a estabilizar la economía, una mejoría en comparación con hace algunos meses cuando muchos se preocupaban por el "duro aterrizaje".
"Toda esta obsesión con un duro aterrizaje chino creo que es demasiado", declaró un economista de la institución bancaria de Singapur, United Overseas Bank, Suan Teck Kin, citada por la agencia Reuters.
"Los datos económicos chinos están mostrando señales de estabilización, incluidas las cifras del PMI (índice de gerentes de compra), así como las cifras más recientes sobre producción industrial y ventas minoristas", dijo Suan.
El producto interno bruto (PIB) de China creció a una tasa anualizada de 6,7 por ciento en el primer trimestre, y la producción industrial de marzo sorprendió con 6,8 por ciento.
Las exportaciones crecieron 11,5 por ciento en marzo, la primera expansión desde junio, aunque una base menor el año pasado y factores de temporada asociados con el Año Nuevo Lunar chino podrían ser factores de distorsión.
Las ventas minoristas en el primer trimestre crecieron 10,3 por ciento frente a un año previo, poco más que el 10,2 por ciento del trimestre anterior.
"Los datos más recientes son suficientemente fuertes para mostrar que a pesar de su prolongada desaceleración, China sigue siendo un motor principal del crecimiento global", señaló la agencia de noticias Associated Press.
Otra agencia de noticias internacional, AFP, indicó también que "(están) apareciendo señales esperanzadoras" aun cuando el crecimiento trimestral se ha desacelerado.
Los desafíos permanecen mientras China trata de avanzar en la transición de un crecimiento impulsado por la inversión y las exportaciones a un crecimiento dirigido por el consumo y el sector servicios.
Algunos observadores expresaron preocupaciones por el incremento en la deuda corporativa, aunque reconocieron señales de recuperación.
No obstante, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo en un informe el miércoles que los riesgos de la deuda corporativa de China están aumentando, pero que son controlables.
El informe del FMI señala que los riesgos se concentran en cinco sectores: bienes raíces, manufactura, mayoreo y menudero, minería y acero, donde las ganancias relacionadas con el gasto financiero han caído a pesar de la baja en el tipo de interés nominal.
El informe estima que los préstamos bancarios en riesgo potencial en China suman casi 1,3 billones de dólares, que podrían traducirse en pérdidas bancarias potenciales de 756.000 millones de dólares.
"Esta cifra podría parecer grande, pero es controlable, debido a las regulaciones bancarias y políticas de China y al crecimiento firme continuo en la economía", comentó José Viñals, director del departamento de asuntos monetarios y mercados de capitales del FMI.
En su pronostico trimestral más reciente publicado esta semana, el FMI elevó sus proyecciones sobre China para 2016 y 2017 en 0,2 puntos porcentuales, un hecho positivo en medio de un crecimiento global flojo.
Los economistas y analistas coinciden en que el crecimiento del primer trimestre, aunque el más lento en siete años, va de acuerdo con las expectativas del mercado.
Una investigadora de economía mundial del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, Chen Fengying, dijo que la gente fuera de China ha aceptado gradualmente la "nueva normalidad" de China debido a que las autoridades han incrementado sus esfuerzos de comunicación sobre políticas económicas.
"Los economistas e inversionistas fuera de China ya no esperan un crecimiento de 9 por ciento o más rápido", señaló Chen. "Es un proceso de los mensajes de ajustes de política de China llegando a los inversionistas internacionales".