La vigente Norma Ecuatoriana de la Construcción (NEC) dispone la aplicación obligatoria de construcciones con diseño para resistir sismos, pero en la mayoría del país no se cumple y proliferan las edificaciones informales.
Expertos atribuyen parte del problema a los municipios que no hacen cumplir la norma y no controlan las construcciones en sus regiones.
Tras una primera evaluación de daños, la secretaria nacional de Planificación y Desarrollo, Sandra Naranjo, informó el sábado pasado que la reconstrucción de la infraestructura afectada (casas, hospitales, escuelas) costará más de 1.300 millones de dólares.
"Esta es una primera aproximación, no es un número definitivo", dijo Naranjo, quien indicó que la cifra oficial se conocerá en seis semanas, luego de que concluyan las valoraciones técnicas con organismos internacionales.
La Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) y la ONU asesoran al país en esta materia.
El presidente Correa sostuvo, por su parte, que la cifra "va a subir", ya que falta por evaluar los daños en la infraestructura de alcantarrillado y agua potable en las zonas destruidas.
La Secretaría de Planeación determinó que en 10 ciudades de la provincia costera de Manabí (oeste), la más castigada, más de un millón de personas estuvieron expuestas al terremoto y el 70 por ciento de las viviendas era vulnerable y presentaba falla y materiales débiles.
La dependencia agregó que otras son irrecuperables, por lo que el sismo causó gran impacto. En Manabí, agregó, 6.600 viviendas fueron afectadas y serán derribadas.