Japón nombra a ultraderechista como ministra de Defensa para impulsar agenda militar
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe (2-d-frente), y los ministros del gabinete posan durante una sesión fotográfica llevada a cabo en la residencia oficial de Abe, en Tokio, capital de Japón, el 3 de agosto de 2016.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, remodeló el miércoles su gabinete y decidió mantener a casi la mitad de los ministros en sus cargos, aunque realizó la polémica designación de Tomomi Inada, ex jefe del Consejo de Investigación Política del gobernante Partido Democrático Liberal (LDP), como titular de Defensa en sustitución de Gen Nakatani. (Xinhua/Ma Ping)
El nombramiento hecho hoy por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, de Tomomi Inada como ministra de Defensa, luego de la reorganización del gabinete, subraya sus intenciones de continuar los intentos para enmendar la Constitución pacifista de la nación y ampliar más la esfera de ejército de la nación, opinan analistas.
Sin embargo, el primer ministro ha afirmado que la reorganización tuvo el objetivo de acelerar el ritmo de reactivación de la economía desacelerada de la nación, luego de los múltiples episodios fallidos de su mezcla de política económica "Abenomics", tras la aprobación un día antes de un paquete de estímulo de 28,1 billones de yenes (277.740 millones de dólares).
La nueva ministra de Defensa, de 57 años de edad y cercana a Abe, fue nombrada en el cargo a pesar de su inexperiencia en temas de seguridad. Ella es la segunda mujer en ocupar el cargo después de Yuriko Koike, quien fue ministra de Defensa brevemente en 2007 y quien fue elegida recientemente gobernadora de Tokio.
Los observadores políticos señalan que el nombramiento de Inada demuestra la intención del primer ministro de usar el dominio recién recuperado de su coalición en ambas cámaras del Parlamento para avanzar en su misión de reconfigurar esencialmente el paradigma de seguridad de Japón, para lograr el mayor cambio y el más controvertido desde la Segunda Guerra Mundial.
Expertos en seguridad, así como altos miembros del Ministerio de Defensa mismo, creen que Inada no está bien preparada y carece de la experiencia necesaria para ocupar el máximo cargo del Ministerio de Defensa.
Inada cubre actualmente su cuarto periodo como legisladora de la cámara baja y anteriormente durante sólo dos años fue ministra de Estado encargada de la reforma administrativa. También presidió durante dos años el Consejo de Investigación Política del gobernante Partido Liberal Democrático.
Los temas de defensa, seguridad y militares no están en su repertorio, señalaron expertos cercanos al tema.
Sin embargo, Inada es conocida por compartir la meta singular del primer ministro de modificar la Constitución de posguerra pacifista de Japón. Además, junto con Abe y varios otros importantes miembros del gabinete, es una integrante visible de la fraternidad de ultraderecha Nippon Kaigi.
"Ella también es conocida como una revisionista de ala derecha y ha hecho declaraciones controvertidas acerca de la historia de Japón. Su calidad de miembro del grupo Nippon Kaigi de ala derecha pone en evidencia sus opiniones políticas y nacionalistas tendenciosas", dijo a Xinhua el comentarista de asuntos asiáticos, Kaoru Imori.
El grupo Nippon Kaigi es una entidad ultranacionalista no partidista que cuenta con alrededor de 300.000 miembros, quienes elogian a la familia imperial (el Emperador), desean cambiar la Constitución que renuncia a la guerra, promueven la educación nacionalista en las escuelas y apoyan las visitas de los parlamentarios al templo Yasukuni.
Es la mayor organización de ala derecha de Japón y Abe, de manera ostentosa, ha incluido a miembros de este grupo en su gabinete para dirigir al país.
La designación de Inada como ministra de Defensa seguramente alterará a los vecinos de Japón, indicaron los expertos.
"Inada apoya las visitas del primer ministro y de todos los parlamentarios a Yasukuni y abiertamente ha cuestionado al Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente luego de la Segunda Guerra Mundial. También cree que Japón no debe ofrecer disculpas por sus crímenes de guerra reconocidos internacionalmente y es partidaria de negar las atrocidades de tiempos de guerra de Japón", dijo Imori.