Según los organizadores, todas ellas reunieron unas 40.000 personas, aunque la Policía Militarizada de todos los estados los calculó en unos 2.000.
En Sao Paulo, la mayor ciudad del país, la manifestación acabó con graves enfrentamientos entre los manifestantes y la policía. La Policía Militarizada usó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que quemaron contenedores y basura y bloquearon varias calles del centro de la ciudad.
En Río de Janeiro, frente a la Iglesia de la Candelaria, en el centro de la ciudad, unas 500 personas se reunieron de manera pacífica.
Las manifestaciones ocurrieron mientras Rousseff se defendía en el Senado de las acusaciones en su contra por irregularidades fiscales en 2014 y 2015 y que pueden costarle el cargo esta misma semana si así lo deciden dos terceras partes de los 81 senadores.