Rajoy pide consenso para desbloquear situación política en España
MADRID, 30 ago (Xinhua) -- El presidente del gobierno español en funciones y aspirante a la reelección, Mariano Rajoy, pidió hoy consenso y responsabilidad a los partidos políticos para desbloquear la situación política del país, con un Ejecutivo en funciones desde hace más de ocho meses.
Durante su intervención en el debate de investidura, el candidato del Partido Popular (PP) a la presidencia del gobierno de España solicitó al resto de las fuerzas políticas un consenso, de lo contrario, dijo, "no podrá haber ni gobierno ni oposición".
El PP ganó las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 con 28,7 por ciento de los votos para 123 escaños en el Congreso, insuficientes para formar una mayoría, tras lo cual el rey de España, Felipe VI, convocó a nuevas elecciones para el pasado 26 de junio, luego de que Rajoy rechazó en enero pasado el ofrecimiento de formar un gobierno.
Rajoy enumeró los tres motivos que lo llevaron en esta ocasión a aceptar el ofrecimiento del rey Felipe VI para formar un gobierno, a diferencia de su rechazo en enero pasado.
En primera, España necesita un gobierno con urgencia, en segunda, los españoles han ampliado su preferencia por el PP con 14 escaños más en las elecciones generales del pasado 26 de junio para un total de 137 escaños en el Congreso y, en tercera, "no existe una alternativa razonable", señaló.
Rajoy, en un discurso de unos 80 minutos, dijo estar consciente de que no tiene los votos necesarios para la formación de gobierno, pero apeló a todos los partidos, con especial alusión al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con 85 escaños, para que muestren responsabilidad y apoyen su investidura.
Tras el discurso del presidente en funciones, los socialistas calificaron el discurso de Rajoy "de un burócrata cansado".
El jefe del Ejecutivo en funciones aseguró que España atraviesa una "situación excepcional" al enfrentar "una de las más graves encrucijadas de los últimos 40 años, con un gobierno en funciones que tiene competencias limitadas en la aprobación del techo de gasto para el conjunto de las administraciones públicas en 2017 y los presupuestos generales del Estado.
Al mismo tiempo alertó de las "consecuencias" negativas que puede acarrear prolongar durante más tiempo la "anomalía" de inestabilidad política y la existencia de un gobierno en funciones y recalcó que es "urgente" tener un nuevo Ejecutivo.
Rajoy se presentó como la "única opción razonable" para dirigir España, convencido de que no existe otra alternativa porque la suma de PSOE, Podemos y los partidos nacionalistas supone una amalgama "de 1.000 colores, radical e ineficaz".
Explicó que la política económica, en particular la creación de empleo, es su prioridad absoluta para esta legislatura manteniendo las reformas aprobadas la pasada legislatura porque han permitido "dar la vuelta a la situación y porque gracias a esas políticas hemos logrado la salida de la crisis más profunda".
En cuanto a la unidad territorial, el presidente del gobierno en funciones remarcó que la unidad de España y su soberanía es "el primero de los valores, porque es el principio de los demás", y advirtió de que los "independentistas catalanes no podrían llevar a cabo sus objetivos sin provocar una enorme fractura de la sociedad catalana".
Mañana, miércoles, es el turno de réplica del resto de todos los partidos políticos representados en el Congreso de los Diputados y posteriormente se llevará a cabo la primera votación, pero antes Rajoy tendrá la última palabra para responder todos los cuestionamientos.
En caso de no lograr los 176 escaños en la primera votación mañana miércoles para alcanzar una mayoría absoluta, se hará una nueva votación el 2 de septiembre, donde sólo hace falta una mayoría simple con más votos a favor que en contra.
En caso de que mantenga los 170 votos (137 del PP, 32 de Ciudadanos y 1 de Coalición Canarias), Rajoy entonces necesitará al menos 11 abstenciones.
En caso de que la votación del viernes resulte de nuevo fallida, se pondrá en marcha el calendario para la convocatoria de nuevas elecciones generales y si antes de dos meses ningún candidato resulta elegido, el próximo 31 de octubre se volverían a disolver las Cortes Generales y 54 días después se celebrarían nuevas elecciones, el 25 de diciembre.