El amor y dedicación de toda una familia china salva a su primogénita

Pueblo en Línea  2016:09:08.15:22

El amor y dedicación de toda una familia china salva a su primogénita

Qianqian (seudónimo) y sus tres hermanos menores en la sala del Hospital Infantil de Shenzhen, en la provincia de Guangdong, 6 de septiembre del 2016. [Foto: IC]

Shenzhen,08/09/2016 (El Pueblo en Línea) - El nuevo nacimiento de un hijo siempre trae esperanzas. Este axioma se entiende mucho mejor cuando una pareja enfrenta la grave enfermedad de su primogénita y le indican que se podría curar con la sangre del cordón umbilical de un bebé recién nacido, concebido por los mismos padres.

Zhuang Weixiang, trabajador migrante en la ciudad de Shenzhen, y su esposa tuvieron su primer hijo en el 2009. Pero la felicidad se desvaneció un año después cuando a su bebé Qianqian (seudónimo) le diagnosticaron Talasemia, un trastorno sanguíneo que puede devenir en anemia severa, sensación de cansancio, piel mustia y lento crecimiento corporal.

La noticia angustió a toda la familia. Algunos sugirieron a Zhuang que permitiera descansar en paz a Qianqian, que se mantenía vivo gracias a constantes transfusiones de sangre. Ese paliativo de por vida costó, costaba y costaría una fortuna, sobre todo para una familia que llevaba una economía muy ajustada, sujeta a un ingreso mensual de 3.000 yuanes (450 dólares).

Pero Zhuang se negó a dejar morir a su hija.

"Ella es mi primogénita. No puedo abandonarla. Haré todo lo posible por mantenerla viva hasta mi último aliento, a pesar de los obstáculos económicos," prometió Zhuang.

Sin embargo, las costosas transfusiones no eran una solución permanente a la enfermedad de Qianqian. El transplante de células madre era la única manera de salvarla de la Talasemia. Y la mejor fuente de células madre hematopoyéticas es la sangre del cordón umbilical de sus hermanos.

En el 2011, la pareja concibió rápidamente. Desafortunadamente, el tipo de sangre del cordón umbilical del segundo hijo, un niño, no coincidió con la de su hermana Qianqian.

Siguieron insistiendo. Y otro hijo nació al año siguiente, pero, una vez más, el tipo de sangre no coincidió.

A finales del 2014, la vida dió un giro favorable y llegó el tercer hijo al mundo. La sangre del cordón umbilical era compatible y fue preservada para el necesario trasplante.

El 24 de junio de este año, la sangre del cordón umbilical del tercer hermano fue utilizada para el exitoso transplante.

Ahora, el sufrimiento económico y psicológico de los últimos siete años y los laboriosos esfuerzos para traer al mundo a los hermanos salvadores ha dado frutos.

Pero Zhuang todavía tiene que seguir trabajando para ahorrar otros 100.000 yuanes para el seguimiento de la terapia antiviral de Qianqian. A pesar de que ya ha pagado 210.000 yuanes por el trasplante.