Por Yasef Ananda
Beijing, 20/09/2016(Pueblo en Línea)-México y China mantienen una dinámica relación bilateral que se fortalece mediante el fecundo diálogo de sus líderes y la permanente inclusión de nuevos proyectos e inversiones en los planes de desarrollo sostenible. De hecho, fue México uno de los países que aprobó -en el 2001- la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La estrecha relación comercial, además del volumen anual cifrado en miles de millones de dólares, también ha motivado la creación de instituciones como la Cámara de Comercio de México en China (MEXCHAM), integrada por empresarios mexicanos radicados en el gigante asiático, que funciona como un imprescindible catalizador de oportunidades de negocios, mercado e inversión entre ambos países.
Años atrás, principalmente el comercio se basó en la importación de productos de manufactura desde China, y en la exportación de materias primas desde México. Sin embargo, desde el inicio de la actual “nueva normalidad” de la economía china, donde el cambio de matriz productiva obliga a replantearse determinados aspectos de la balanza comercial que el gigante asiático mantiene con muchos países de América Latina y el Caribe, surgen nuevas oportunidades para la exportación de productos mexicanos, específicamente dentro del sector agroalimentario.
Antonio Escobedo, comisionado comercial con China de la Confederación Nacional Campesina de Baja California, es el primer especialista de ese gran estado mexicano que ha sido invitado a formar parte de los cursos de especialización en biotecnología y agricultura que China ofrece a países en desarrollo.
“Actualmente los agricultores, y sobre todo los pequeños agricultores de CNC Baja California miramos mucho hacia China. Antes, por obvias ventajas de cercanía e inercia, el mayor interés se orientaba hacia el mercado estadounidense, pero con la gradual apertura de China, nos interesa acercarnos y explorar el enorme potencial demográfico y adquisitivo del gigante asiático para generar acciones conjuntas.”
La Confederación Nacional Campesina (CNC) se fundó en agosto de 1938 en Guadalajara. Desde sus inicios, ha representado al sector campesino mexicano. En su estructura de base se destacan las ligas de comunidades agrarias y los sindicatos campesinos, además de los comités regionales y municipales. Su actual presidente nacional es el senador Manuel Cota. La filial de Baja California la dirige el ingeniero Javier Cital.
“Uno de los proyectos concretos entre Baja California y China es la exportación de de maíz rojo y blanco, ya sea para producir etanol o para utilizarlo como alimento animal para aves y cerdos. Aspiramos a llegar a mil toneladas anuales”, precisa Escobedo.
El aguacate y la fresa son productos que también se encuentran en negociación, ya sea como distibución directa o inversión conjunta para la producción en tierras de los agricultores de CNC en Baja California.
“China, además de grandes volumenes, exige buena calidad y estricto cumplimiento. Nuestras producciones en Baja California están certificadas y además, tenemos la experiencia de las exigencias del mercado estadounidense. La relación entre los agricultores de la CNC de Baja California y los empresarios chinos siempre seguirá la senda ganar-ganar. Aspiramos a ofrecer buenos incentivos para atraer nuevas inversiones chinas porque en el valle de Mexicali hay todavía mucha tierra por cultivar”, asegura el comisionado de la CNC.
China también ha subrayado el papel clave de los negocios internacionales en la implementación de una estrategia de desarrollo impulsada por la innovación.
“No sólo es sembrar, producir y consumir. Ya tenemos planes de intercambio científico, de buenas prácticas y de superación tecnológica para generar innovación. Nos interesa mucho aprender las experiencias chinas de la mecanización agrícola y facilitar que nuestros especialistas de CNC de Baja California puedan acceder a los cursos de formación agraria que China ofrece”, añade Escobedo.
Las visitas de alto nivel entre ambos países han creado un clima favorable para nuevos acercamiento, desde múltiples vías.
Este año, las expectativas de las exportaciones agroalimentarias de México hacia el mundo están cifradas en 30 mil millones de dólares. Durante su visita a Beijing en diciembre del 2015, José Calzada Rovirosa, secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de México (SAGARPA) destacó que “México prevé duplicar sus exportaciones a China en 2016 y seguir creciendo entre un 15 y un 20 por ciento cada año”.
“Confiamos en las iniciativas transfronterizas y la fortaleza del mercado de China. Hay mucho camino por recorrer”, enfatizó Escobedo, comisionado de la CNC de Baja California. “Los beneficios de la internacinalización de las empresas chinas ayudarán a consolidar la cooperación con México a un nivel mucho más alto del que tenemos hoy”.
También dentro de los organismos multilaterales, México y China han estrechado vínculos. El ejemplo más reciente es el encuentro de los presidentes Xi Jinping y Enrique Peña Nieto durante la cumbre del G-20, celebrada este mes en la ciudad de Hangzhou.
“Nuestro presidente Peña Nieto valora mucho a China. Gracias a su admirable visión, hoy los agricultores de CNC de Baja California podemos diseñar ofrecer proyectos, cooperar y recibir más inversión directa china en nuestro territorio”, concluyó Escobedo.