Huang Citong, de 74 años de edad, obrera fabril retirada, residente en Changsha, provincia de Hunan, ha ayudado a cambiar estereotipos sobre las ancianas chinas. [Foto: proporcionada]
Huang nunca había posado en una sesión de fotos, por lo que sus posturas eran reservados y torpes. Para ayudar a relajar a su abuela, Guo charlaba alegremente con ella. Después de varios intentos, Huang sintió confianza y alivio.
Las fotos superaron todas las expectativas. La nueva imagen le otorgada vitalidad y glamour a la ancianidad. Un toque rojo fuego en los labios fue el climax de la transgresión.
Guo compartió las fotos en WeChat con familiares y amigos.
"Al principio se sorprendieron, especialmente mi padre", confiesa Guo. "Pero más tarde, todo el mundo se echó a reír y descubrieron nuevos aspectos de la belleza femenina, incluso en plena tercera edad."
Huang rejuveneció y también ganó muchos seguidores en las redes sociales chinas.
Apenas unos meses más tarde, Guo y Huang realizaron una segunda sesión de fotos. Esta vez, Huang probó prendas que nunca había usado antes.
Para sorpresa de su nieta, Huang creo nuevas posturas para mostrar los atuendos.