Masivas movilizaciones de oficialistas y opositores se registraron este miércoles en Venezuela, tras la suspensión de la fase de recolección de firmas del revocatorio presidencial contra el presidente Nicolás Maduro.
Las marchas se registraron en diferentes puntos del país, la principal en Caracas, donde los líderes del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD, derecha) recibieron a sus seguidores.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien se reunió con los movimientos sociales a las afueras del Palacio de Miraflores (sede de gobierno), reiteró su disposición de dialogar con la bancada opositora, con el fin de "preservar la paz".
"Queremos diálogo porque queremos estabilidad, (pero) ellos no quieren diálogo porque quieren un golpe de Estado y una intervención extranjera (...) Aquí en Venezuela no habrá ninguno de los dos (...), para ello necesitamos un pueblo en la calle", sostuvo el mandatario.
Luego de activar el Consejo de Defensa de la Nación para buscar soluciones a la crisis que azota a este país caribeño, el jefe de Estado denunció que "la derecha está desesperada y ha recibido órdenes del imperio para acabar con la revolución, como sea".
En ese contexto, llamó a los integrantes de la MUD para que dejen el "odio, la intolerancia, el golpismo y conspiración", con el fin de comenzar a trabajar conjuntamente para consensuar medidas que permitan erradicar los problemas que afectan a los venezolanos.
Por su parte, el diputado socialista Elías Jaua dijo durante la movilización chavista que se trató de una convocatoria "que, por primera vez en estos 18 años del comandante (Hugo) Chávez y el presidente Nicolás Maduro, responde a la voluntad del pueblo".
En tanto, los adeptos de la MUD, quienes denuncian que la presunta parcialidad del Consejo Nacional Electoral a favor de la administración de Maduro derivó en la suspensión del revocatorio presidencial, protagonizaron la movilización "Toma de Venezuela" para exigir el cambio de gobierno.
El Poder Electoral venezolano, que aprobó la primera fase de recolección de firmas, suspendió el pasado 20 de octubre la segunda etapa que consiste en la recolección del 20 por ciento de rúbricas del padrón electoral (unas cuatro millones de firmas).
La decisión del Poder Público venezolano, de paralizar temporalmente este mecanismo constitucional, se dio en respuesta a los dictámenes de cinco tribunales regionales, los cuales anularon la fase primaria del proceso de recolección de firmas por supuesto fraude.
En rechazo a esa medida, el secretario ejecutivo de la coalición opositora, Jesús Torrealba, anunció una huelga general para el viernes 28 de octubre, la cual tendrá una duración de 12 horas, de las 6:00 a las 18:00, hora local (de 10:00 a 22:00 GMT).
Según el dirigente opositor, la MUD dará el plazo de una semana al Poder Electoral para activar el revocatorio presidencial, de lo contrario anunció que se movilizarán de manera pacífica el 3 de noviembre hasta la entrada del Palacio de Miraflores.
La oposición prevé, además, realizar mañana jueves una asamblea, en la cual considerará la destitución de Maduro, a quien mediante el Poder Legislativo busca imputar un supuesto "abandono de cargo" de la Presidencia de la República.
El presidente de la Asamblea Nacional (Congreso unicameral), Henry Ramos Allup, afirmó que "así el gobierno insista en negarlo y su Tribunal (Supremo de Justicia) nos diga que estamos al margen de la Constitución, vamos a declarar el abandono del cargo".
La AN, que es de mayoría opositora, aprobó el martes iniciar un proceso de juicio político contra Maduro, a quien responsabilizan del problema político, económico y social que afecta al país.
Pese al panorama de confrontación, se espera que el próximo 30 de octubre inicie un proceso exploratorio para el diálogo entre ambos sectores, el cual contará con el acompañamiento del Vaticano y de la Unión de Naciones Suramericanas.