Los muros de la Ciudad Prohibida recibirán una restauración a fondo
Trabajadores preparan la restauración de las paredes del Museo del Palacio Imperial de Beijing. (Foto: Jiang Dong)
Beijing, 28/11/2016 (El Pueblo en Línea) - Después de varios siglos, las paredes que alguna vez protegieron a los emperadores chinos han comenzado a ceder. Los muros del otrora gran centro de poder, convertido en Museo del Palacio Imperial de Beijing, presenta ladrillos sueltos y superficies abultadas y agrietadas.
El sábado comenzó un proyecto de restauración para evitar que las paredes se derrumbaran.
"La gente suele pensar que las paredes son mucho más sólidas que la madera", indica Shan Jixiang, director del Museo del Palacio Imperial de Beijing. "Sin embargo, el resultado de nuestra investigación ha demostrado lo contrario”.
Los expertos han terminado recientemente una encuesta sobre la condición de los 3,437 metros del muro del inmueble e identificado los peligros ocultos: algunas secciones se han vaciado por dentro. Además, arbustos y raíces han penetrado la construcción, debilitándola.
“Las paredes occidentales son las que han sufrido el mayor daño”, indicó Shan.
Una sección de 233 metros será el primer objetivo para la renovación. Los planes para restaurar las demás secciones aún no tienen fecha.
Los muros originales de la Ciudad Prohibida datan del 1420. Sus paredes son alrededor de 9,3 metros de alto y 8,55 metros de espesor. Tienen un núcleo de tierra, protegido por ladrillos exteriores.
Los registros históricos prueban que hubo varias restauraciones importantes en los siglos XVII y XVIII, después de grandes tormentas o terremotos. En 1988, una sección ubicada al norte se derrumbó.
En 1999 y el 2000 se emprendió un proyecto de mantenimiento preventivo, aunque concentrado más en las superficies. Esta vez, los restauradores van a trabajar en profundidad. Se están utilizando nuevas herramientas de alta tecnología como el radar de penetración.
"Queremos restaurar a fondo los muros”, aseguró Shan.
Zhao Peng, ingeniero del Museo del Palacio Imperial de Beijing a cargo de la restauración, señaló que su equipo seguirá los métodos de construcción tradicionales chinos, pero también reconoció las dificultades para lograrlo.
"En algunos casos, sería más fácil usar ladrillos nuevos que reutilizar materiales extraídos de la propia pared", puntualizó Zhang."Pero el principio de mínima intervención en la restauración de las reliquias culturales exige que reutilizemos todos los materiales originales que sean posibles”.
"Por lo tanto, es un reto diseñar un plan para combinar el reciclado de materiales viejos y nuevos", aseguró Zhao. “Cualquier nuevo material utilizado debe ajustarse a la apariencia del ladrillo ya existente”.
Se espera que la restauración de los 3,437 metros de muros se termine en octubre del 2020, fecha en que la Ciudad Prohibida celebrará sus 6 siglos de existencia.
(Web editor: Elena G., Rocío Huang)