Un código de la Edad de Piedra puede encerrar la clave del origen de nuestra escritura |
Fuente:agencias
Beijing,28/11/2016(El Pueblo en Línea)-32 trazosse repiten, una y otra vez, en las paredes de cuevas de toda Europa.Registros simples, apenas líneas en zigzag, puntos, triángulos inacabados, cruces torcidas o lo que a simple vista podrían ser figuras geométricas desprolijas.Pero no son un trabajo de apuro o la creación de un dibujante torpe: los científicos creen que, en conjunto, constituyen el código de escritura más antiguo del que se tenga registro, reporta BBC Mundo.
Genevieve von Petzinger, paleoantropóloga de la Universidad de Victoria, en Canadá, está detrás de un inédito estudio del arte rupestre del Paleolítico.
El alcance geográfico del proyecto es ciertamente ambicioso: abarca más de 350 yacimientos arqueológicos, "lo cual no es tanto si se tiene en cuenta que son 30.000 años de historia".
La paleoantropóloga canadiense no está interesada en esas figuras más atractivas -los bisontes, las escenas de caza, las representaciones claramente antropomórficas-, sino en escudriñar esos registros que han sido catalogados de "geométricos", por falta de un término más apropiado.
Los "dibujos ignorados" están allí desde la Edad de Piedra, hace 10.000 a 40.000 años, y representan parte de uno de los legados artísticos más antiguos del mundo, en la fase final del último período glacial en Europa (por eso se lo llama también arte de la era del hielo).
Silenciosos e inexplorados, podrían estar hablándonos de "un cambio fundamental en las habilidades mentales de nuestros ancestros", afirma Von Petzinger. “La capacidad de articular un código, la misma que se requiere para desarrollar una escritura como hizo luego el hombre moderno”.
Como no tienen el atractivo obvio de las figuraciones, nadie se encargó de registrar estos trazos. Cuando empezó Von Petzingera hacerlo,descubrió que se repiten, que hay un patrón.
Al catalogarlos quedó una suerte de repertorio que se reitera sobre las piedras aquí y allá: 32 símbolos, en total.
Lo que esto significa, en otras palabras, es que estaríamos en presencia de un código, preestablecido y compartido por distintos grupos del Paleolítico.
También sugiere, dice la paleontóloga, que existían conexiones entre lugares remotos en esa era prehistórica.
Los simbolos zigzag son "democratizadores": son fáciles de dibujar y por eso son mejores como herramientas de comunicación, según la hipótesis.
Pero es una misión imposible. "Por mucho que quisiera, nunca vamos a poder estar en la cabeza de gente vivió hace 30.000 años", dice y se ríe.
Aunque no descarta la incursión, mediante robots submarinos, en las cuevas sumergidas e inexploradas de la costa de Cantabria, para buscar más signos, más trazos, que arrojen luz sobre cómo el hombre moderno aprendió a escribir.