Tribunal Supremo de RU escuchará histórico caso de Brexit
El más importante caso ante el Tribunal Supremo de Reino Unido en una generación iniciará el lunes por la mañana en Londres.
La decisión del Tribunal Supremo tendrá grandes implicaciones para la Constitución británica sobre quién ostenta el poder, el Parlamento o el gobierno británico actualmente dirigido por la primera ministra Theresa May.
Por primera vez en la historia, los 11 jueces escucharán el caso que ha generado interés mundial. La audiencia durará cuatro días y la decisión final será tomada a inicios de enero.
El Tribunal Supremo determinará si el Parlamento tiene la autoridad para activar la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
May sigue insistiendo en que por el principio de siglos de la Prerrogativa Real, su gobierno tiene el poder de comenzar el proceso de salida de la UE luego de que el referendo del 23 de junio apoyó el Brexit.
La primera ministra prometió el inicio del proceso para finales de marzo de 2017, con lo que iniciaría un período de dos años de conversaciones con Bruselas sobre la futura relación de Reino Unido con la UE.
Muchos de los políticos de la Cámara de los Comunes y de la Cámara de los Lores han sostenido que ellos, y no el gobierno de May, son lo que deben dirigir el proceso del Brexit.
En el centro de la disputa se ubica el tipo de acuerdo que alcanzarán Westminster y Bruselas. Si Reino Unido sale con un Brexit duro, significaría que perdería acceso a un mercado único con más de 400 millones de clientes potenciales, uno de los bloques comerciales más grandes.
Bruselas insiste en que si Reino Unido desea tener acceso al mercado único después del Brexit, debe otorgar libre movimiento a los ciudadanos de la UE.
La creciente inmigración hacia territorio británico ha sido citada como una razón clave por la que muchas personas votaron en junio a favor de salir de la UE.
Hace unos días, la Oficina de Estadística Nacional de Londres informó que la migración neta en Reino Unido alcanzó este año un máximo histórico.
Las cifras mostraron que en junio de 2016, la inmigración interanual hacia Reino Unido ascendió a 650.000 migrantes, su nivel más alto. Al tomar en cuenta la cifra de los que han salido, se tiene una migración neta de 335.000, la cual incluye a 189.000 ciudadanos de la UE.
Hasta ahora, May se ha negado a mostrar su mano y ha dicho que discutir un acuerdo potencial antes de iniciar las conversaciones pondría a Reino Unido en riesgo de lograr un acuerdo débil.
La primera ministra y su equipo de ministros del Brexit también temen que si el proceso de salida es entregado al Parlamento haya riesgo de que algunos políticos intenten bloquear la voluntad del pueblo que votó por un margen de 52-48 a favor de salir de Europa.
El campo de batalla no fue preparado por los políticos, sino por un grupo de individuos que llevaron el asunto al Tribunal Supremo en un intento legal por obligar al gobierno de May a buscar la aprobación parlamentaria para el proceso de Brexit.
El secretario de Comercio Internacional de Reino Unido, Liam Fox, uno de los llamados "tres brexiteers", expresó su decepción por el resultado y dijo que "el país votó a favor de salir de la UE en un referendo aprobado por un Acta del Parlamento. El gobierno está decidido a respetar el resultado del referendo".
Nigel Farage, ex líder de UKIP, partido político formado hace 23 años para hacer campaña a favor del Brexit, comentó que "me preocupa que haya una traición a la mano. Temo que se realicen todos los intentos posibles para bloquear o demorar la activación del artículo 50. Si ocurre esto, no tienen ni idea del nivel de furia pública que provocarán".
Intensas riñas, principalmente mediante columnas de diarios y medios de radiodifusión, han dominado los titulares durante el fin de semana por el histórico caso ante el tribunal.
Pero cuando la audiencia inicie el lunes, en el único tribunal de Reino Unido que permite cámaras, será un evento sombrío, con días de detenidas e intensas presentaciones legales de ambas partes.
(Web editor: Elena G., Rocío Huang)