Beijing, 21/02/2017 (El Pueblo en Línea) - El Ministerio de Educación de China emitió recientemente un documento estipulando que los individuos admitidos en las universidades nacionales, en el caso de que emprendan su propio negocio, pueden solicitar una licencia estudiantil.
Se trata de una nueva política que busca fomentar el espíritu emprendedor en la población más joven y en consecuencia, detonar la innovación. Sin embargo, las autoridades todavía tienen mucho que hacer para lograr una implementación factible.
Hace más de una década, algunas universidades instituyeron medidas para alentar a los estudiantes a suspender temporalmente su escolarización e iniciar su propio negocio. De hecho, han existido algunas historias muy exitosas. Sin embargo, de acuerdo con un informe publicado en junio del 2016 por el Instituto de Investigación MyCOS, el porcentaje de estudiantes universitarios autónomos (con empresa propia) en China era sólo de un 3 por ciento, mucho menor que en los Estados Unidos.
El bajo porcentaje de autoempleo entre los estudiantes universitarios chinos indica que todavía hay un gran espacio para promover la creación de empresas.
Después de varias décadas de rápido crecimiento, la economía china se encuentra ahora transitando bajo su nueva normalidad, lo que implica un crecimiento más lento e impulsado por el consumo interno y la innovación, en lugar de motores como las exportaciones y la inversión.
Aparte de los factores institucionales y la noción profundamente arraigada que un graduado universitario debe emplearse como funcionario o dentro de una compañía estatal, la falta de confianza de los propios estudiantes en sus propias habilidades es también un decisivo factor subjetivo que mata su deseo de emprender. Este es uno de los problemas del sistema educativo chino, concentrado más en que los estudiantes aprueben los exámenes que en fomentar el pensamiento y las decisiones independientes.
Para lograr que los estudiantes universitarios decidan emprender, las autoridades chinas deben promover impostergables reformas educativas, eliminar obstáculos institucionales y ofrecerles a los jóvenes emprendedores todo el apoyo posible.
En este sentido, la nueva política del Ministerio de Educación de China apunta hacia la dirección correcta.
(Web editor: Elena G., Rocío Huang)