Alrededor de dos meses después, fue rehabilitado en el cargo, ya que el tribunal sentenció que la violación que había cometido contra la ley electoral no era suficientemente grave como para expulsarlo del cargo.
Los ciudadanos surcoreanos que abogaban por la dimisión de Park estallaron en vítores fuera de la corte, ubicada en el centro de Seúl, tras escuchar el fallo.
La destitución de Park es un evento sin precedentes en la historia moderna de la República de Corea, ya que hasta el momento aún no hay ninguna ley específica que estipule que el presidente destituido deba salir de Cheong Wa Dae en una fecha determinada.