La ministra publicó en Twitter que "Holanda está violando todas las leyes internacionales, convenciones y derechos humanos". "Simplemente tiranía y opresión. No nos entregaremos a esta mentalidad opresiva".
Por su parte, el vocero presidencial turco Ibrahim Kalin publicó en Twitter que "la decisión tomada por el gobierno holandés de prohibir a los ministros turcos su entrada y el uso de la fuerza contra ciudadanos pacíficos representa un día oscuro para la democracia en Europa".
El gobierno holandés, que enfrenta la posibilidad de una gran derrota ante un partido contrario al Islam en las elecciones de la próxima semana, dijo que considera indeseables las visitas y que "no podría cooperar en la campaña política de los ministros turcos en Holanda".
Un funcionario de la embajada holandesa en Ankara confirmó a Xinhua que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía dijo que Ankara no desea, por el momento, que el embajador holandés que se encuentra en vacaciones en el extranjero regrese a la capital turca.
El poderoso presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, desea que el gran número de turcos expatriados que viven en Europa, especialmente en Alemania y Holanda, le ayude a lograr la victoria en un referendo que se realizará el 16 de abril para otorgarle a la presidencia nuevas facultades.
Las autoridades turcas clausuraron la embajada holandesa en Ankara y el consulado en Estambul en aparente represalia, además de que cientos de personas se reunieron para protestar por las acciones de Holanda.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, dijo que hará todo lo posible para evitar que las tensiones políticas turcas se propaguen a territorio alemán. Cuatro concentraciones en Austria y una en Suiza fueron canceladas por las crecientes disputas.
Cavusoglu, a quien se le prohibió asistir la semana pasada a una concentración similar en Alemania, amenazó con severas sanciones políticas y económicas y dijo que "responderemos a esta escandalosa decisión. No enviamos a nuestros ciudadanos a Holanda para convertirse en prisioneros. Pueden tener la garantía de que responderemos contra los responsables de esta acción".
Erdogan expresó su enfado por las críticas occidentales a los arrestos y despidos masivos de personas que las autoridades consideran vinculadas con un intento golpista realizado en julio por parte del ejército organizado, según el presidente turco, por el influyente clérigo musulmán Fethullah Gulen.
El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, indicó hoy que Turquía tomará "fuertes medidas de respuesta" a las acciones holandesas. "Nuestros llamados amigos europeos que hablan de la democracia, libertad de discurso y derechos humanos, han reprobado la lección ante estos eventos".
Los expatriados turcos en Europa son de gran importancia para el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) porque, según opiniones, una gran mayoría de los cerca de dos millones de votantes turcos favorecen al régimen actual y las aspiraciones de Erdogan para ampliar sus poderes.
De hecho, la ley turca prohíbe realizar campañas electorales afuera del país o en misiones diplomáticas extranjeras. A pesar de la prohibición, la mayoría de los partidos violan la ley, incluyendo el AKP y el CHP.
Sinan Ulgen, presidente del Centro de Estudios de Economía y Política Exterior, afirma que los países europeos que evitan que los ministros turcos participen en concentraciones deben mostrar madurez hacia los funcionarios de un país que está en negociaciones para ingresar a la Unión Europea y deben entender sus "legítimas expectativas".