BERLIN, 14 ago (Xinhua) -- La canciller alemana Angela Merkel reaccionó hoy con consternación a los actos de violencia y racismo del fin de semana en Estados Unidos.
Este evento "contrasta por completo con todo aquello a favor de lo cual la canciller y la totalidad del gobierno federal (alemán) están trabajando", dijo en Berlín el vocero de Merkel Steffen Seibert.
"Las imágenes que vimos de esta marcha de extrema derecha fueron totalmente repulsivas", agregó.
Al expresar abiertamente esta inquietud a través de su vocero, la canciller alemana ha ido mucho más allá del presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien hasta ahora no ha criticado de manera directa la violencia de la extrema derecha.
Trump fue criticado, incluso dentro de su propio partido republicano, por emitir únicamente una seca declaración contra el odio y en fanatismo de "muchos bandos" en respuesta al incidente de Charlottesville.
Una manifestación de nacionalistas blancos en Charlottesville se tornó violenta el sábado. Después de horas de trifulcas entre las figuras en favor de la manifestación de extrema derecha y los manifestantes contrarios al racismo, un auto deportivo embistió a la multitud y mató a una mujer de la localidad de 32 años de edad e hirió a otros 19.
Puesto que aumentó la presión de los políticos republicanos, incluyendo al senador hispano Marco Rubio para describir el asesinato como un acto de terrorismo, la Casa Blanca agregó más tarde que los comentarios originales de Trump tenían la intención de incluir al Movimiento Supremacista Blanco, al Ku-Klux-Klan y a los grupos neonazis.
La consternación de Merkel con el estado de las relaciones raciales en Estados Unidos fue compartido por el subjefe de su partido y colega, Armin Laschet, quien describió la acción como terrorismo de extrema derecha.
Laschet dijo que ex presidentes republicanos como Ronald Reagan adoptaron una postura clara contra el racismo y expresó la esperanza de que el presidente actual haga lo mismo.
La manifestación de extrema derecha fue organizada para oponerse a la remoción de estatuas de líderes confederados que lucharon en la guerra civil de Estados Unidos, entre otras cosas, para defender la práctica generalizada de la esclavitud negra en los estados del sur.
De acuerdo son Seibert, Merkel lamentó profundamente la muerte de una joven mujer que se unió a las manifestaciones en contra de la controversial marcha.
"Expresamos nuestra solidaridad hacia aquellos que se oponen de manera pacífica a estas opiniones agresivas de extrema derecha", dijo Seibert al describir el sentir de Merkel.