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Gobierno de Venezuela vuelve a jugar adelantado tras meses de opaca capacidad de maniobra

CARACAS, 20 ago (Xinhua) -- El gobierno de Venezuela, que durante los últimos cuatro meses se vio envuelto en un tenso escenario de conflictividad política con una difusa capacidad de maniobra, hoy vuelve a jugar adelantado respecto a la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Una de las nuevas situaciones que hoy aseveran esta hipótesis, es la medida que ha tomado la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de asumir competencias legislativas del Congreso, y destituir a la ex fiscal general, Luisa Ortega, echando por tierra todo foco opositor con poder adverso al Ejecutivo.

El llamado a adelantar para octubre el desarrollo de las elecciones regionales previstas inicialmente para diciembre, es otro dato de interés, pues comenzaba a convertirse en una generalidad la idea de que el gobierno del presidente Nicolás Maduro "jugaba a ganar tiempo" dada la "pérdida de respaldo popular".

La socióloga Maryclein Stelling opina que esta reversión de los principales actores políticos, tanto del gobierno como de la MUD, siendo esta última la que marcaba la pauta con su agenda de calle, se debe al provecho que extrajo el oficialismo de una "debilidad estructural" de la fracción opositora, que considera, es su falta de cohesión.

En entrevista con Xinhua, Stelling sostuvo que la MUD carece de unidad interna y de una propuesta política que ofrecer a sus seguidores, más allá del derrocamiento del gobierno del presidente Nicolás Maduro, lo cual, al no lograrse, genera una suerte de "sentimiento de derrota" que socava a su liderazgo.

"La MUD apostó todo lo que tenía a la toma de las calles, a la permanencia en las calles, no tenía otro proyecto que ofrecerle a sus seguidores, y al no lograrse el derrocamiento de Maduro a lo que se suma la ascendente cifra de muertes, se produjo un desgaste", explicó.

"Hay una derrota del liderazgo, y eso supone un clima negativo dentro de la oposición. Después de la fiesta de la calle y la exacerbación de la violencia, viene la tristeza, el sentimiento de derrota y el repliegue a sus casas", agregó la ex directora del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG).

La MUD cohesiona a sus fuerzas internas en coyunturas ligadas al cambio de gobierno, incluyendo en éstas, elecciones presidenciales o acciones de peso para derrocar al mismo, explica Stelling, pero cuando se trata de unir esfuerzos para contiendas menores como los comicios regionales, termina evidenciándose una "pelea de liderazgos".

Para suerte del Ejecutivo, se aproximan las elecciones de gobernadores en las que la alianza opositora se "debilita" por sus contradicciones internas, vinculadas además con el poder que ejercen organizaciones fuertes contra otras más débiles.

"La jugada de convocar a elecciones regionales funcionó como una trampa para la MUD, porque la fractura interna, que siempre ha existido, aflora y pasa lo que pasa en este momento, los integrantes de Acción Democrática (AD) con vasta experiencia en la política electoral fueron los primeros en decir que iban a elecciones", dijo.

Tras la decisión de partidos como AD, Primero Justicia, Voluntad Popular, Avanzada Progresista y Un Nuevo Tiempo, de inscribir a sus candidatos a las regiones, otros con menos posibilidad de obtener una gobernación, como "Vente Venezuela", de la ex diputada María Corina Machado, decidieron deslindarse de la MUD.

En opinión del presidente de la encuestadora Buró Consulting, Emiro Romero, el repliegue actual de la oposición se debe a que hizo una "lectura apresurada" de la situación política, y además subestimó la fuerza política no sólo del gobierno, sino también del chavismo.

"Una cosa es la fuerza política que tiene el gobierno, y otra cosa es la fuerza social del chavismo; cada una tiene su propia autonomía (...) la MUD no contrarrestó esa fuerza porque no hizo presencia política en la sociedad ni trabajó en estructuras orgánicas", declaró el sociólogo a Xinhua.

Para Romero, luego de la derrota que implicó el desgaste por las acciones de calle sin un impacto real en el gobierno, "la oposición se encuentra hoy muy desinflada y le va a costar mucho recomponerse".

"El gobierno también perdió, porque a ellos se les atribuye la mayor carga de responsabilidad sobre la crisis política, económica, social y moral que viven los venezolanos, pero es, sin duda, el que sale menos devaluado", indicó.

No obstante, la incertidumbre sobre el futuro sigue reinando en el imaginario colectivo de los venezolanos, siendo éste el reto fundamental de la dirigencia oficialista, en cualquiera de sus niveles, la cual tiene la tarea de poner en orden al país.