RÍO DE JANEIRO, 18 sep (Xinhua) -- Miles de personas se manifestaron hoy en la famosa playa de Copacabana de Río de Janeiro en motivo de la décima edición de la Marcha en Defensa de la Libertad Religiosa, contra de la intolerancia religiosa, tras los crecientes casos denunciados en Brasil.
El acto reunió principalmente a fieles de religiones de matriz afrobrasileña, pero también a representantes de otras religiones.
La protesta coincidió con la divulgación, hace apenas unos días, de varios vídeos en los que aparecen criminales, supuestamente cristianos, amenazando a líderes de religiones afrobrasileñas y obligándolos a destruir imágenes e instalaciones donde realizan cultos religiosos en comunidades pobres de Río de Janeiro.
El organizador de la Marcha, babalawo Ivanir dos Santos, afirmó en un discurso ante el público que la primera edición del evento, en 2008, fue realizada justamente a causa de un episodio en que traficantes evangélicos amenazaban terreros en favelas controladas por ellos.
"En aquel entonces, lo que hubo fue una omisión. No hubo cualquier investigación para arrestar a los responsables. Pero lo importante es que la manifestación trae mucha indignación y lo que estamos pidiendo es paz. Somos un pueblo de paz. A pesar de que somos agredidos en las calles, nuestras casas son quemadas, nuestro sagrado es destruido, todo lo que pedimos es paz", aseguró el líder religioso.
Para la pastora luterana Lusmarina Campos Aguiar, representante del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas, la actitud de los que agreden o amenazan a otras religiones no es cristiana.
También habló el secretario nacional de Políticas de Igualdad Racial, Juvenal Araújo, quien dijo que el gobierno federal está siguiendo de cerca los desdoblamientos de esos recientes casos de intolerancia religiosa.