Por Victoria Argüello
BUENOS AIRES, 30 jun (Xinhua) -- La trampa de ingresos medios, a la cual países como Argentina pudiesen estar sometidos, es sólo superable si se mejora la estructura productiva del país y, en consecuencia, se garantiza el crecimiento económico, consideró el economista argentino, Martín Burgos.
Respecto a la movilidad social ascendente y la mejora en los últimos años de las condiciones socioeconómicas de Argentina, el experto explicó a Xinhua que para que existan cambios irreversibles en dicha movilidad deben aumentar los niveles de producción.
"La distribución del ingreso está muy relacionada en un punto con la estructura productiva; es decir, que si no mejora el aspecto productivo es difícil que mejore el aspecto distributivo", indicó el director del área de economía del Centro Cultural para la Cooperación de Argentina.
Además, apuntó que "hay algunas excepciones, por ejemplo cuando el país vive de deuda externa, pero para que en el largo plazo haya una movilidad ascendente eso implica que hayan más empresas, más producción y más desarrollo".
Los fuertes desequilibrios macroeconómicos en Argentina, acentuados durante los últimos dos meses, han llevado a aplicar cambios en los pronósticos oficiales de crecimiento y expansión para el país de un 3 por ciento al 1 por ciento para 2018.
De acuerdo con Burgos, una de las variables que influyó en la modificación de la previsión, además de la volatilidad cambiaria, fue el impacto negativo de la sequía sobre la producción de soya, uno de los principales motores de la economía argentina.
Asimismo, Burgos, quien también tiene una maestría en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, Francia, consideró que, pese a sus desequilibrios, Argentina "ha podido experimentar movilidad social ascendente en el corto plazo".
El experto citó como ejemplo "la mejora de la distribución del ingreso, del empleo y de los ingresos de los argentinos desde el año 2001 (...) muchos pasaron de ser pobres desempleados a ser clase media".
"Después tuvimos mucha creación de empresas, pasamos de 300.000 a 600.000 empresas argentinas aproximadamente, eso indica que hay más empresarios o más personas que pasaron de ser clase media a empresarios, o empresario pyme (pequeña y mediana empresa)", abundó Burgos.
Esta movilidad flexible en períodos cortos también se reafirmó con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que reveló un descenso de los niveles de pobreza del 4,6 por ciento sólo en 2017, lo cual significó que 1,9 millones de personas superaron ese umbral en 12 meses.
Actualmente, el 25,7 por ciento de la población argentina es pobre con un ingreso familiar medio de 3.639 pesos (cerca de 130 dólares), según el último informe del Indec sobre la distribución del ingreso.
Mientras que en la clase media este valor en promedio correspondía a 9.563 pesos (341 dólares), y en los sectores más pudientes 25.501 pesos (910 dólares) con ingresos netos de hasta 384.000 pesos (13.714 dólares.)
En términos individuales, el 10 por ciento más rico de la población argentina multiplica por más de 120 veces los ingresos del 10 por ciento más pobre, al tiempo que el 35 por ciento de los hogares genera ingresos inferiores al umbral de pobreza, detalló el Indec en su informe.
Al respecto, el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica de Argentina (UCA), Agustín Salvia, consideró que la población se clasifica en "un 9 por ciento de desocupados, un 15 por ciento de la población económicamente activa que hace 'changas' (trabajo temporal), y un 33 por ciento en situación de empleos precarios".
Salvia explicó que para superar la trampa de ingresos medios así como la pobreza son necesarias políticas dirigidas al fisco y a mejorar las condiciones educativas y de empleo.
"Necesitamos reforma tributaria, laboral, fiscal. Pero esas reformas tienen que acompañarse de políticas capaces de fomentar el mercado interno y apoyar el desarrollo de la pequeña y mediana empresa", dijo el experto, al tiempo de apuntar hacía "políticas de inclusión social" .
Por su parte, Burgos consideró fundamental "una revisión de la materia fiscal puesto que una de las principales fuentes de recaudación es el impuesto regresivo del IVA (Impuesto al Valor Agregado)" .
"Paga lo mismo por un juguete el que gana 100.000 pesos (3.571 dólares) al que gana 10.000 pesos (357 dólares), en ese aspecto distributivo es un freno al ascenso social porque se ven afectados mayoritariamente los ingresos de los sectores más vulnerables", añadió.
El Observatorio de la Deuda Social de la UCA considera el factor educativo dentro de los aspectos medidores de la pobreza, y es uno de los principales puntos al momento de mencionarse la superación de la trampa de ingresos medios.
Un estudio hecho por esta institución correspondiente a 2015, detalló que cerca del 41,4 por ciento de la población pobre de Argentina no cuenta con estudios secundarios.
Asimismo, un hogar de clase media, que cuente con algún profesional en su hogar puede duplicar ingresos de una familia de clase media que no tenga en sus integrantes a un profesional; la misma situación aplica para un hogar en el que el jefe de familia posee educación secundaria.
El fomento de la educación es, a juicio de los expertos, fundamental para promover el crecimiento y el desarrollo, a través de la innovación, además de garantizar a una población ocupada y con ingresos correspondientes a sus niveles de tecnificación y especialización.
Según estimaciones de entes privados, en Argentina la clase alta representa el 5 por ciento de los hogares del país, mientras que entre la "clase media baja y clase media alta" un 45 por ciento, a los que le sigue un 18 por ciento de hogares pobres.
Una cifra que, a juicio de Burgos, puede bajar en el corto plazo de acuerdo a políticas establecidas por diferentes gobiernos, pero que pudiera estar lejos de reducir la pobreza estructural.