MEXICO, 1 jul (Xinhua) -- Cuando Andrés Manuel López Obrador apareció casi a la media noche, la gente tenía ya más de dos horas de colmar la principal plaza de México festejando su virtual triunfo en las elecciones a gritos de "¡Presidente! ¡Presidente!".
Los miles de seguidores llegaron desde todos los puntos cardinales de la capital, unos ondeando banderas de México, otros la del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que el izquierdista dirige, otros más con el bebé o incluso el perro en brazos. Todos eufóricos.
"Hemos luchado mucho por este momento en nuestro país. Estoy conmovida, he llorado porque mis hijos tendrán una mejor vida", expresó Isabel Hernández, una química jubilada que llegó con su esposo al Zócalo de la capital.
La elección presidencial de este 1 de julio no solo resultó histórica para México por la inédita cifra de 89 millones de ciudadanos llamados a votar, también porque es la primera en que la izquierda es la virtual ganadora.
López Obrador contendió dos veces antes bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda), pero en 2006 perdió por un estrecho margen y en 2012 lo derrotó el actual presidente, Enrique Peña Nieto.
Al tercer intento, tanto la gente que sigue al político de 64 años de tiempo atrás como la que se le unió en esta campaña pudo festejar, como María Muñoz, que no paraba de bailar mientras ondeaba una bandera mexicana.
"Nunca perdí la esperanza. Ahora lo logramos", exclamó la secretaria de 59 años, agregando que "desde hace mucho tiempo estuvimos luchando con López Obrador".
Ella se encaminó en Metro junto con su esposo, hijo y nieta hacia la plaza de la Constitución, el nombre del Zócalo, desde la tarde noche porque estaba segura de que el líder opositor mexicano ganaría la votación.
Sin embargo, muchos otros lo hicieron cuando los tres candidatos rivales salieron escalonados en un lapso de 30 minutos para reconocer su derrota, apenas momentos después de que todas las casillas cerraran a las 20:00 hora local.
Para cuando el Instituto Nacional Electoral (INE), el árbitro de los comicios, anunció a las 23:00 hora local que López Obrador aventajaba en el conteo rápido con cerca del 50 por ciento, la plaza que es el corazón de México estaba colmada.
Yair García, un estilista de 38 años, contó que subió a su motoneta luego que el candidato del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade, compareciera ante la prensa para aceptar que perdió.
Ya ni vio por la televisión cuando hicieron lo mismo los candidatos Ricardo Anaya, de la coalición de partidos de derecha e izquierda y segundo en las encuestas, y el independiente Jaime Rodríguez.
"No soy una persona que se exprese mucho, pero ahorita estoy emocionado", manifestó el estilista, quien aguardaba parado sobre el asiento de su motoneta a que llegara el líder de Morena.
Entre la multitud había muchos ancianos a los que el político, conocido como AMLO por su acrónimo, se ganó cuando puso en marcha una pensión mensual para personas de la tercera edad en sus tiempos de alcalde de la ciudad (2000-2005), pero también muchos jóvenes.
"Tenemos la esperanza de que va a cambiar el país. Por eso lo elegimos y esperamos que no nos defraude", comentó Erick, un diseñador gráfico de 26 años que era adolescente cuando el izquierdista se postuló por primera vez.
Cuando subió al escenario acompañado por su familia, el virtual ganador prometió que no fallará y que desde su primer día como presidente garantizará el derecho de los jóvenes al estudio y el trabajo. "No se van a decepcionar", ofreció.
A sus miles de seguidores les dijo que la victoria, que llamó un triunfo de la "revolución de las conciencias", pertenece a todos: indígenas, campesinos, obreros, estudiantes y profesionales de todas las clases sociales, sectores y religiones.
La multitud respondía a su discurso con el grito que se repetía en cada acto desde sus días de campaña de 2006: "¡Es un honor, estar con Obrador!".
Minutos atrás, cuando llegó en camioneta desde un hotel cercano, la plaza lo recibió coreando la tradicional canción mexicana "Cielito lindo".
"Siento como un cambio. Se nota aquí, en el Zócalo, es como una liberación y creo que era ya necesario", agregó Erick.