RIO DE JANEIRO, 12 nov (Xinhua) -- La propuesta del gobernador electo de Río de Janeiro, Wilson Witzel, de utilizar 'snipers' (tiradores de élite) para "abatir" cualquier persona que lleve un fusil, incluso en situaciones en las que no haya un enfrentamiento directo con la policía, ha situado la medida en el centro del debate en el estado más famoso de Brasil, con partidarios y detractores de la propuesta.
Witzel, un juez federal sin vinculación con la política, logró ser elegido gobernador de Río de Janeiro con un discurso de mano dura contra la violencia, uno de los principales problemas que sufre la región, que vive una grave crisis económica.
Una de sus medidas estrella en la campaña electoral fue la de utilizar snipers para 'abatir' los narcotraficantes que usen fusil, en cualquier circunstancia. Entre las opiniones favorables, destaca la del general Augusto Heleno, una de las personas más próximas a Jair Bolsonaro y que será el encargado del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) del nuevo gobierno. Ya en el otro lado, el actual ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, expresó sus dudas sobre la medida.
"Cualquier persona con un fusil es un peligro y debe ser abatido", dijo Witzel durante la campaña electoral. Ya recientemente, aseguró que "mi visión de que el uso de los snipers es en legítima defensa está en sintonía con miles de juristas. Quien no puede tener hermenéutica en la cabeza es el soldado. Viendo alguien con un fusil en las manos, disparará. Lo abatirá", declaró.
Preguntado sobre la medida, el ministro Jungmann dijo que "la idea necesita encajarse en la ley, la legislación y la Justicia. No podemos tener actividades que no sean hechas dentro de la ley. Y hoy, esta propuesta no está. Necesitaría un cambio en la ley", dijo ante los medios.
Witzel recibió el respaldo del general Augusto Heleno, quien en una entrevista a la Radio Nacional, dijo que "abatir traficantes con fusiles es una reacción necesaria a la exhibición ostensiva de armas de guerra en las manos, muchas veces, de jóvenes".
Heleno, quien estuvo al frente de la Misión de la ONU de Paz en Haití, puso como ejemplo precisamente su experiencia en la isla caribeñá.
"Mi regla de actuación en Haití era muy parecida con esta que el futuro gobernador colocó. Es obvio que mucha gente lo distorsiona y acaba diciendo que es una autorización para matar, y no se trata de una autorización para matar indiscriminadamente", comentó.
Para el general, la orden de disparar a cualquier persona con un fusil requiere de "un criterio muy bien consolidado. Necesita que haya un entrenamiento bien hecho de las tropas para que esto sea respetado. Tuvimos esta regla en Haití durante más de diez años y no hay casos de ejecuciones indiscriminadas".
En su discurso, Witzel afirmó que abogados del estado estarán a disposición de los policías que sean procesados. "Prefiero defender el policía en el tribunal que ir a su funeral o de quien sea", dijo.
Todo ello ha abierto un intenso debate en la sociedad carioca. Varios especialistas ya han afirmado que el gobernador no puede dar señal verde para que los snipers disparen sin tener un respaldo legal.
"La persona que esté llevando una arma, aunque sea un fusil, debe representar una amenaza concreta. Si no, cabe al policía intentar desarmarlo", dijo en declaraciones a Globonews Marcos Cabral, de la Asociación Brasileña de Abogados Criminalistas.
En la misma línea se expresó el abogado Michel Asseff, para quien "abatir" criminales sin que hayan ofrecido resistencia puede suponer que los policías acaben respondiendo por crimen de homicidio.
"Disparar para matar alguien de esta forma sólo podría ser justificado en una situación de guerra", afirmó.
Actualmente, hay varias propuestas en el Congreso de Diputados de Braisl para que las reglas vigentes sean revisadas y se permita disparar contra personas que lleven un fusil. Uno de los proyectos es del presidente electo Jair Bolsonaro y de su hijo, el diputado Eduarso Bolsonaro.