LA HABANA, 1 dic (Xinhua) -- Fiel a su talento, el cubano Erick Hernández no encontró otra manera para despedir el 2018 que implantar otra nueva marca en el dominio del balón, una especialidad en la que brilla desde hace casi un cuarto de siglo.
Hernández, de 52 años, colocó este sábado otra marca en el Libro Guinness de los récords, al golpear el balón con los pies durante cuatro horas, un minuto y 32 segundos de pie, pero con pesos de un kilogramo y medio atados en cada uno de sus tobillos.
De esa forma, el cubano no solo implantó una nueva marca, sino que al incluir el uso de pesos en las piernas abrió una nueva modalidad en el dominio del balón, una disciplina que mezcla el deporte y el arte circense.
A pesar de realizar el intento en el habanero Hotel Copacabana, a unos metros de la orilla del mar, el calor se convirtió en un factor en contra del deportista, cuyo desempeño estuvo amenazado por varios calambres durante la prueba.
"Estuve sudando mucho y eso me sacó un poco del libreto que yo tenía trazado porque tuve que estar haciendo mucho más movimientos para secarme el sudor, ingerir más líquidos, más recuperantes, comer más frutas", explicó a Xinhua.
Hernández consideró que todos esos movimientos, a los que se sumó la tensión lógica de la prueba, fueron los que hicieron que tuviera calambres y que el récord lo realizara de forma tan incómoda.
Su esposa desde hace 27 años, Ena Gallardo, quien tiene una maestría en Cultura Física, asistió al multirecordista para suministrarle todo lo necesario e incluso ayudarlo con la concentración.
"El hecho de estar mirando hacia abajo para seguir al balón hace que sufra mucho la espalda alta, a lo que se suma el peso adicional que nunca se ajusta bien al pie, siempre tiene algún movimiento y llega incluso a lastimarlo un poco", explicó Gallardo, quien se ha convertido en una especialista en la teoría del dominio del balón.
Gallardo elogió la ecuanimidad y disciplina de su esposo en los entrenamientos, al señalar que la preparación es bastante rigurosa porque incluye correr de seis a siete kilómetros dos veces por semana, además de repetir en el gimnasio tandas para fortalecer los abdominales, trapecios y hombros.
"El deporte lo ha ayudado a ser mejor persona y le ha enseñado que en la vida hay que tener mucha voluntad para lograr lo que se quiere", aseguró la madre de Erick Ronaldo, el hijo de ambos que tiene 18 años y ahora cumple el servicio militar.
Este es el cuarto récord alcanzado en 2018 por el singular atleta, luego de que en marzo tocó el balón durante una hora y 10 minutos, solo con los pies, marca que en septiembre extendió a tres horas, dos minutos y tres segundos, y casi exactamente un mes después lo hizo con la cabeza durante una hora y 59 segundos.
Lo singular de esas tres marcas es que las logró sentado y siempre con pesos atados a los tobillos.
Las actuaciones de Hernández no han pasado inadvertidas para las autoridades deportivas cuabanas, quienes en 2017 lo incluyeron en la lista de los mejores atletas del país en la categoría de Deportes Especiales y está nominado para la lista del año que finaliza.
Ahora, el cubano se propone para 2019 conseguir cuatro récords más, aunque aún no tiene claro en qué modalidades y en qué orden, no obstante aseguró que en todos utilizará pesos en los tobillos.
"Agregar pesos es una forma de retarme, que me estimula por la edad que tengo, y además evita que caiga en la rutina de establecer un récord y superarlo por dos minutos o dos toques", confesó el atleta.
Hernández acumula unas 70 marcas en distintas modalidades desde 1994, cuando al seguir las huellas de su hermano Douglas se dedicó al dominio del balón, tras ser un futbolista sin muchos resultados.
Esa versatilidad es lo que permite que sea considerado "un dominador completo", pues tiene varias marcas mundiales de destreza con el balón y ha demostrado la capacidad de tocarlo con todas las partes del cuerpo para imponer récords con los pies, las rodillas, los muslos, la cabeza o corriendo 100 metros.
No obstante, se declaró amante de los desafíos de larga duración.
"Los que son de ocho horas en adelante son mis preferidos, porque aunque no tenga un buen día me dan la posibilidad de irme acomodando", explicó.
"Los de corta duración son los que más respeto. Esos que son de 30 segundos, de un minuto, si psicológicamente no estás óptimo, es difícil que lo puedas realizar", añadió.
Hernández logró su primer récord mundial en 1998, con un ejercicio combinado de cabeza y pies durante 10 horas, y desde entonces no ha dejado caer el balón, ni siquiera ahora que el año casi toca a su fin.