Imagen de un tumor cerebral (semnic / Getty)
Barcelona, 20/12/2018(El Pueblo en Línea) - Una investigación financiada por la Unión Europea y en la que han participado cuatro hospitales europeos, entre ellos Vall d’Hebron, uno de EE.UU. y otro de Israel, ha podido demostrar que existe una posibilidad nueva de tratamiento para el glioblastoma, uno de los cánceres cerebrales más frecuentes y con una esperanza de vida media de 15 meses, según La Vanguardia.
El ensayo -fase I- demuestra que una vacuna personal, con antígenos especialmente fabricados a partir del propio tumor, genera una respuesta inmunitaria a largo plazo en las personas tratadas. “Los pacientes que participaron en el ensayo doblaron su tiempo de supervivencia, pero no podemos asegurar que funcione, sólo que la reacción inmunitaria persiste en el tiempo y que somos capaces de hacer este tratamiento tan complejo y personalizado que permitirá plantear una inmunoterapia individualizada para estos tumores”, resume el neurocirujano de Vall d’Hebron Fran Martínez Ricarte, uno de los participantes en la investigación.
El estudio se publica en la revista Nature y a juicio de los especialistas es un gran paso para un tipo de tumor especialmente agresivo y de mal pronóstico, que desde hace años se trata del mismo modo y con escasa eficacia.
En el ensayo participaron 20 pacientes a los que se les había podido sacar todo el tumor. Se les aplicó el tratamiento estándar, con radioterapia y quimioterapia posterior y además les dieron dos tipos de vacunas. La primera se fabricó a partir de las mutaciones genéticas comunes en los 20 tumores extraídos. Se trataba entonces de una vacuna frente a alteraciones compartidas. En una segunda etapa, se fabricó la vacuna específica para cada tumor y se aplicó a cada paciente la suya, tras los primeros ciclos de quimioterapia. “Es muy laborioso y por eso se realizó el tratamiento en esas dos fases”, explica el neurocirujano.
Así se ha podido comprobar que hay una respuesta inmunitaria lo que la convierte en una posible vía de tratamiento. “Pero hasta que no podamos comparar los resultados con un grupo control no podremos saber si ese aumento de supervivencia es real”.