Por Morag Hobbs
Beijing, 07/12/2018(El Pueblo en Línea) - Cuando usted entre en el nuevo local de la famosa cadena de restaurante Haidilao en Beijing, habría que excusar el despiste si usted piensa que ha entrado a una proyección de cine, en vez de llegar al vestíbulo de un restaurante. Una pantalla de plasma del tamaño de la pared, códigos QR y un verificador automático de la reservación son los elementos que ofrecen la bienvenida. Todo un mundo que se aleja del concepto de los restaurantes tradicionales y las ollas humeantes donde se hierven delicias que cualquiera que esté familiarizado con la olla mongola y la cocina china conoce y ama.
La única indicación de que no es un cine de lujo es el inconfundible olor de los ingredientes que se cuecen en la olla mongola, y la gran variedad de juegos interactivos temáticos que te permiten pasar el tiempo de espera para obtener una mesa.
El local, totalmente lleno desde su apertura el 28 de octubre, demuestra el éxito de esta novedosa propuesta.
Tan pronto como nuestro número parpadea en la pantalla, entramos a un salón futurista y nos sentamos a la mesa. Las paredes y el techo del restaurante son pantallas LED que muestran imágenes de estrellas fugaces, bosques de cerezos en flor y románticas estampas de una vieja ciudad china. Con el cénaculo estrellado sobre tu cabeza y los florecimientos virtuales verificándose a tu alrededor, no es difícil imaginar el costo de la construcción de este restaurante evaluada en 150 millones de renminbi.
Sin embargo, no son las pantallas de lujo las que consumieron la mayor parte del presupuesto. Se trata del primer restaurante de olla mongola inteligente del mundo, concebido por la cadena Haidilao y Panasonic. Después de ordenar los ingredientes a través de un iPad, las órdenes se envían a la cocina, donde los brazos robóticos seleccionan los elementos del pedido –alimentos que están almacenados en los frigoríficos- y los colocan en una cinta transportadora. Después, los miembros del personal de la cocina colocan este pedido en un pequeño robot AGV (vehículo de transporte automatizado) que se desplaza entre las mesas como un fiel mensajero hasta encontrar el destino y entregar la encomienda.
Añadiendo un cursi encanto tecnocrático, si un cliente se interpone en el camino del mensajero AGV, el robot reacciona con frases como "Querida, ¿podrías apartarte, por favor?, ¿podemos dejar las fotos después que terminara el trabajo?" o "Apártese por favor, o me enojaré".
Hasta mediados del 2018, Haidilao poseía 341 puntos de venta en todo el mundo. Y no tiene planes de parar. Este elegante restaurante de Beijing podría sólo representar el último método de mercadeo y novedad que Haidilao instrumenta para obtener más atención, y por lo tanto, más clientes.
¿Pero realmente es un restaurante inteligente más que un truco para llamar la atención?
De acuerdo a Forbes, Haidilao planea expandirse hasta llegar a los 5.000 restaurantes en el mundo. Jun Yamashita, director gerente del Grupo Ying Hai, la empresa mixta entre Haidilao y Panasonic, expresó a Bloomberg que "podría ser difícil expandirse a ese nivel debido a las limitaciones de personal, por lo que Haidilao está transformando sus operaciones para atenuar la dependencia del trabajo manual. Ahí es donde la tecnología de Panasonic entra en escena".
Esta tendencia no la abandera sólo Haidilao, actualmente hay muchos restaurantes en China que buscan implementar la automatización. Por ejemplo, durante la reciente Exposición Internacional de Importación de China (CIIE, por sus siglas en inglés) celebrada en Shanghai, Alibaba presentó robots AGV que sirven comida a los clientes en un restaurante inteligente ubicado en el propio recinto ferial del evento, mientras que Xcafe, de Tianjin, utiliza robots en la organización, preparación y servicio.
A pesar de que la implementación de los robots AGV que sirven la comida pudiera considerarse un efectismo comercial, los robots y la tecnología inteligente que está dentro de la cocina podría ayudar a que la elaboración sea más segura y a mantener un mejor control en la selección y seguridad de los alimentos y, en última instancia, reducir considerablemente el riesgo de intoxicación y contaminación, logrando que ese tipo de escándalos sean cosas del pasado.
Aunque muchas personas se preocupan por la situación en que podrían quedar los trabajadores humanos ante una cadena de operaciones robotizadas, Haidilao ha subrayado que no tienen planes de recortar su personal de servicio de primera línea, ya que siempre los clientes requerirán ayuda para gestionar la tecnología inteligente, así como para recibir interacción y servicio humanos. Y esto es algo que los robots no pueden hacer. O aún no pueden hacer, en todo caso.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)