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Asilo político a Morales responde a "tradición" humanitaria de México, afirma analista argentino

BUENOS AIRES, 13 nov (Xinhua) -- El asilo político que ofreció México a Evo Morales responde a la "tradición" humanitaria del país norteamericano, destacó hoy el analista argentino Rosendo Fraga.

"El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, fue claro, ha dado asilo a Evo Morales por 'razones humanitarias' y no políticas. Es una tradición diplomática mexicana, que la usó con el exilio republicano en la Guerra Civil Española y, más recientemente, con los exilados latinoamericanos que escaparon de los gobiernos militares", dijo el experto.

En entrevista con Xinhua, el integrante de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas dijo que "la tradición mexicana es de no intervención en los asuntos internos de otros países. La prioridad en la política exterior mexicana es la relación bilateral con Estados Unidos, que concentra casi el 90% de sus exportaciones".

Con su decisión, México "no pretende liderar" la agenda progresista regional, subrayó el analista, para quien el país norteamericano "por lo general asume posiciones neutrales en temas como Venezuela y Cuba. No participa en fuerzas multinacionales de paz ni busca protagonismo internacional. López Obrador no rompe esta tradición", observó.

México ofreció asilo político a Evo Morales porque su vida corría peligro en Bolivia, país en que logró impulsar crecimiento económico con desarrollo social, dijo hoy el presidente mexicano en su habitual rueda de prensa diaria en el Palacio Nacional de la Ciudad de México.

El líder boliviano llegó a la Ciudad de México el martes como asilado político, después de dimitir a la presidencia de su país luego de que las Fuerzas Armadas de Bolivia sugirieron que dejara el cargo, horas después de haber llamado a nuevas elecciones ante un informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que señaló que encontró irregularidades en los comicios del pasado 20 de octubre, en los que se reeligió a Morales.

"Nosotros cumplimos con un deber político y moral e hicimos lo que consideramos justo y humano, y tampoco tengo nada que ocultar, respeto al presidente de Bolivia, Evo Morales", indicó López Obrador.

La noche del martes, la senadora de oposición Jeanine Añez se autoproclamó como la presidenta de Bolivia de un gobierno de transición con la misión de convocar en el plazo de 90 días nuevas elecciones. No obstante, el oficialismo, que no participó de la sesión, consideró que hubo irregularidades y que se consumó un golpe de Estado.