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Meteorólogo recuerda la soledad y el aislamiento de su estancia en la Antártida (3)
La prueba definitiva en una misión a la Antártida es la batalla contra la soledad y el aislamiento, según Niu Bin, subdirector de la oficina meteorológica del condado Yongning en la región autónoma Hui de Ningxia.
Niu regresó recientemente a casa después de completar la 39ª expedición antártica del país.
Llegó a la estación antártica Changcheng de China en octubre de 2022. Allí pasaría el próximo año de su vida.
"Al llegar a la estación durante el verano, sin nieve en el suelo, nos llenamos de emoción. Estábamos ocupados y satisfechos todos los días", dijo Niu.
Fue responsable de las observaciones meteorológicas terrestres de rutina y del muestreo atmosférico en la estación. El trabajo implicó recopilar datos meteorológicos en horarios fijos (2 am, 8 am, 2 pm, 8 pm) y presentar informes a la Organización Meteorológica Mundial.
"El trabajo es monótono y exigente. Consiste en observaciones diarias y patrullas de seguridad", afirmó.
La estación Changcheng, también conocida como estación de la Gran Muralla China, experimenta más de 170 días de clima severo cada año, con vientos superiores a la fuerza 8, de 55 a 74 kilómetros por hora.
Cubriendo una distancia de 80 metros desde la sala de estar hasta la estación de observación meteorológica, Niu desafió esta ruta todos los días, independientemente de la intensidad del viento u otras condiciones climáticas adversas.
Soportando la monotonía de las tareas repetitivas y el ambiente de trabajo extremo, Niu se adaptó a la soledad y siempre subía datos precisos a tiempo.
"Después de entrar en la noche polar, con fuertes nevadas y la mayor parte del trabajo al aire libre suspendido, cualquier tiempo libre provocaba soledad psicológica y ansiedad", dijo Niu.
Con sólo dos o tres horas de luz al día, la soledad, la sensación de estar encerrado, hacía que el tiempo fuera aún más desafiante.
Durante estos períodos, los miembros del equipo se acercaron unos a otros, brindándose apoyo mutuo. Practicaban deportes o hacían ejercicio en el gimnasio.
"Nos animamos mutuamente, nos apoyamos mutuamente y soportamos muchas noches interminables juntos", dijo Niu.
Al reflexionar sobre lo que obtuvo de la expedición, Niu expresó el orgullo profesional que sentía como parte del equipo de la 39ª expedición antártica de China y por sus contribuciones a la misión exploratoria.
"Para mí personalmente", dijo, "el año en la estación me permitió experimentar un viaje único. Me enseñó a afrontar y disfrutar la soledad".