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China lanza sonda Chang'e-6 para recoger muestras de la cara oculta de la Luna (2)

Por Xinhua | el 04 de mayo de 2024 | 10:08
China lanza sonda Chang'e-6 para recoger muestras de la cara oculta de la Luna

China lanzó hoy viernes la sonda Chang'e-6 para recoger y traer de vuelta muestras de la misteriosa cara oculta de la Luna, lo que representa el primer esfuerzo de este tipo en la historia de la exploración humana del satélite terrestre.

Un cohete Gran Marcha-5, con la sonda Chang'e-6 a bordo, despegó de su plataforma a las 17:27 (hora de Beijing) desde el Sitio de Lanzamiento de Naves Espaciales de Wenchang, en la costa de la sureña provincia insular china de Hainan.

Aproximadamente 37 minutos después del despegue, la nave Chang'e-6 se separó del cohete y entró en su órbita prevista de transferencia Tierra-Luna, a una altitud de perigeo de 200 kilómetros y una altitud de apogeo de unos 380.000 kilómetros, según la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, por sus siglas en inglés).

El lanzamiento de la nave espacial Chang'e-6 fue todo un éxito, anunció la CNSA.

"Recoger y traer de vuelta muestras de la cara oculta de la Luna es una hazaña sin precedentes. Actualmente, sabemos muy poco sobre la cara oculta de la Luna. Si la sonda Chang'e-6 logra su objetivo, proporcionará a los científicos las primeras pruebas directas para comprender el entorno y la composición de los materiales de la cara oculta de la Luna, lo que es de gran importancia", declaró Wu Weiren, miembro de la Academia de Ingeniería de China y diseñador jefe del programa de exploración lunar del país.

"Sin embargo, la misión es muy difícil y arriesgada. Estamos deseando que tenga éxito", afirmó Wu.

La sonda Chang'e-6, al igual que su predecesora Chang'e-5, consta de un orbitador, un módulo de aterrizaje, un módulo de ascenso y un módulo de retorno.

Tras llegar a la Luna, realizará un aterrizaje suave en la cara oculta del satélite. Dentro de las 48 horas después del aterrizaje, un brazo robótico se extenderá para recoger rocas y tierra de la superficie lunar, y un taladro perforará el suelo. Simultáneamente, se llevarán a cabo trabajos científicos de detección.

Una vez selladas las muestras en un contenedor, el ascensor despegará de la Luna y se acoplará al orbitador. A continuación, el módulo de retorno transportará las muestras de vuelta a la Tierra y aterrizará en la región autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China. Según la CNSA, se prevé que la misión dure unos 53 días.

LAS DOS CARAS DE LA LUNA

Como el ciclo de revolución de la Luna es el mismo que su ciclo de rotación, la misma cara está siempre orientada hacia la Tierra. La otra cara, la mayor parte de la cual no puede verse desde la Tierra, se denomina cara oculta o "lado oscuro" de la Luna. Este término no se refiere a la oscuridad visible, sino más bien al misterio que envuelve esta zona del satélite terrestre, en gran medida inexplorada.

Las imágenes de teledetección muestran que las dos caras de la Luna son muy diferentes. La cara cercana es relativamente plana, mientras que la cara lejana está densamente salpicada de cráteres de impacto de diferentes tamaños y presenta muchos menos mares lunares que la cara cercana. Los científicos deducen que la corteza lunar del lado lejano es mucho más gruesa que la del lado cercano. Pero la razón de ello sigue siendo un misterio.

Según Wang Qiong, diseñador jefe adjunto de la misión Chang'e-6, se ha elegido un cráter de impacto conocido como cuenca Apolo, situado dentro de la cuenca Aitken del Polo Sur (SPA, por sus siglas en inglés) de la Luna, en su cara oculta, como objetivo principal para el alunizaje y la toma de muestras.

La colosal cuenca SPA de la Luna se formó por una colisión celeste hace más de 4.000 millones de años y tiene un diámetro de 2.500 kilómetros, equivalente a la distancia entre Beijing y Hainan, así como una profundidad de unos 13 kilómetros, según los científicos. Es el cráter de impacto más grande y más antiguo en la Luna y en el sistema solar, y puede proporcionar la información más antigua sobre la Luna, dicen los científicos.

El enorme impacto de la colisión celeste que formó la cuenca SPA puede haber expulsado materiales de las profundidades de la Luna. Si esos materiales pueden recogerse y devolverse a la Tierra para su estudio, aportarían nuevos conocimientos tanto sobre la historia temprana de los impactos en el sistema solar como sobre la evolución geológica de la Luna, de acuerdo con Zeng Xingguo, científico de los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia de Ciencias de China (CAS, por sus siglas en inglés).

"Las muestras directas de primera mano de la cara oculta de la Luna son esenciales para darnos una comprensión más profunda de las características y diferencias de los dos lados de la Luna, y para revelar sus secretos", afirmó Zeng.

A lo largo de 10 misiones llevadas a cabo por Estados Unidos, la Unión Soviética y China, se han recogido más de 300 kilogramos de muestras lunares, todas ellas de la cara cercana de la Luna, explicó Yang Wei, investigador del Instituto de Geología y Geofísica de la CAS.

"Nuestra comprensión de la formación y evolución de la Luna proviene casi por completo del estudio de muestras lunares, y este estudio también es necesario para la futura exploración del espacio profundo", añadió Yang.

NUEVOS RETOS

"Toda la misión está llena de numerosos desafíos, con cada paso interconectado y capaz de poner los nervios de punta", dijo Wang.

Con el fin de lograr una comunicación entre la Tierra y la sonda en la cara oculta de la Luna, China envió el satélite de retransmisión Queqiao-2, cuyo nombre se traduce como "Puente de las Urracas-2", a una órbita lunar altamente elíptica y fija a principios de este año.

Si bien la misión Chang'e-4 logró el primer alunizaje suave del mundo en la cara oculta de la Luna en 2019, Chang'e-6 aún enfrenta riesgos significativos, ya que el terreno accidentado del lugar plantea grandes desafíos para el alunizaje, de acuerdo con los expertos espaciales.

La misión Chang'e-6 conlleva poner en funcionamiento nuevos avances tecnológicos en áreas como el diseño y control de la órbita lunar retrógrada, el muestreo rápido e inteligente y el despegue desde la cara oculta de la Luna, apuntó Wang.

El diseño de la sonda Chang'e-6 es similar al de la sonda Chang'e-5, que recogió muestras del hemisferio norte de la cara cercana de la Luna, según Huang Hao, experto espacial de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC, por sus siglas en inglés).

Pero Chang'e-6 aterrizará en el hemisferio sur de la cara oculta de la Luna, por lo que la misión utilizará una órbita lunar retrógrada para adaptarse a su tarea de muestreo, añadió Huang.

Dado que el satélite de retransmisión Queqiao-2 orbita alrededor de la Luna, la sonda Chang'e-6 no podrá comunicarse con los controladores en la Tierra durante algún tiempo durante sus operaciones en la cara oculta de la Luna, indicó Deng Xiangjin, otro experto de la CASC.

"Llevamos a cabo un análisis exhaustivo de los datos de cientos de experimentos en tierra y utilizamos la inteligencia artificial para mejorar el diseño de la nave espacial con el fin de potenciar su capacidad de control autónomo y mejorar su eficacia de muestreo", refirió Deng.

"La cantidad de muestras que Chang'e-6 puede recolectar es incierta y no se puede estimar con precisión en este momento. Nuestro objetivo es recolectar dos kilogramos", añadió el experto.

MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS

La misión Chang'e-6 transporta cuatro cargas útiles desarrolladas a través de la cooperación internacional, lo que ofrece más oportunidades a los científicos del mundo y fusiona la experiencia humana en la exploración espacial.

Instrumentos científicos de Francia, Italia y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés)/Suecia están a bordo del módulo de alunizaje de Chang'e-6, y un pequeño satélite de Pakistán está a bordo del orbitador.

Luego de que la sonda Chang'e-6 entre en órbita lunar, el pequeño satélite será liberado para llevar a cabo tareas de obtención de imágenes en órbita. Un retrorreflector láser, desarrollado por científicos italianos, se utilizará para el posicionamiento y la medición de distancias en futuras misiones lunares, explicó Wang.

Un analizador de iones negativos de la superficie lunar, desarrollado por la ESA/Suecia, se utilizará para detectar iones negativos y estudiar la interacción entre el plasma y la superficie lunar. Y un instrumento científico desarrollado por expertos franceses detectará isótopos de radón y estudiará los mecanismos de transmisión y difusión de compuestos volátiles en el entorno lunar, según Wang.

China se adhiere a los principios de amplias consultas, esfuerzos conjuntos y beneficios compartidos en su cooperación internacional sobre la exploración lunar, y está dispuesta a participar en múltiples niveles y tipos de cooperación con países y organizaciones internacionales de todo el mundo, sobre la base de la igualdad y los beneficios mutuos, ratificó Ge Ping, subdirector del Centro de Exploración Lunar e Ingeniería Espacial de la CNSA.

China ha abierto a la comunidad internacional las solicitudes de préstamo y estudio de las muestras lunares obtenidas por la misión Chang'e-5, y da la bienvenida a científicos de todo el mundo para que participen en sus futuros proyectos de exploración lunar y planetaria, añadió Ge.

Qamarul Islam, profesor del Instituto de Tecnología Espacial de Pakistán, se mostró muy agradecido por la experiencia de colaboración con China. En ese sentido, indicó que los países relativamente pequeños que no pueden ir al espacio por sí mismos deberían tener la oportunidad de realizar investigaciones espaciales.

"Estamos muy orgullosos de formar parte de esta misión histórica", declaró Pierre-Yves Meslin, investigador principal de Detection of Outgassing Radon (DORN) de Francia, añadiendo que espera con interés una mayor cooperación espacial entre ambos países.

"La propia naturaleza de la exploración espacial nos anima a pensar en nuestro planeta como uno solo y nos anima a pensar en la humanidad unida. Es absolutamente clave que continuemos nuestro joven viaje hacia el cosmos trabajando juntos", declaró Neil Melville-Kenney, responsable técnico de Iones Negativos en la Superficie Lunar (NILS) de la ESA.

(Web editor: 周雨, Zhao Jian)