Por Sylvia B. Zárate
BOGOTA, 25 may (Xinhua) -- Las encuestas no se equivocaron, la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia estuvieron marcadas por la polarización entre el presidente/ candidato Juan Manuel Santos y su más férreo opositor Oscar Iván Zuluaga.
La polarización refleja la división entre los votantes que aprueban la continuidad del proceso de paz con las FARC, bandera de Santos y los que prefieren la posibilidad de suspenderlos si no se cumplen condiciones como el cese unilateral del fuego, propuesta por Zuluaga.
A pesar de los escándalos relacionados con interceptaciones ilegales y nexos económicos con narcotraficantes que rodearon a Zuluaga y a Santos en la recta final de sus campañas, fueron ellos los elegidos entre cinco candidatos para enfrentarse en segunda vuelta por la primera magistratura del país.
Un total de 3.759.675 de colombianos se identificaron con Zuluaga, candidato del Centro Democrático, partido líderado por el expresidente Alvaro Uribe (2002-2010), ubicándolo en primer lugar con un 29,26 por ciento mientras que 3.299.402 apoyaron a Santos quien logró un 25,68 por ciento.
Sin embargo, el gran vencedor de esta jornada electoral fue el abstencionismo que no había sido tan alto desde las elecciones de 1994.
De 32.975.158 colombianos habilitados para votar, lo hicieron tan solo 13.211.982 lo que representa más de 60 por ciento y refleja una alarmante indiferencia y desconfianza de la mayoría de colombianos en los cinco candidatos que aspiraban a la presidencia en esta primera vuelta.
En Corferias, principal centro de votaciones de Bogotá y del país, se evidenciaba esta tendencia desde la primera parte de la jornada según indicó a Xinhua Andrés Gaitán, jurado de votación quien lamentó el poco interés de los colombianos por la elección de su próximo Jefe de Estado.
"No se presentaron inconvenientes durante las votaciones pero se ha visto bastante abstención, en nuestra mesa tenemos una lista de 1.194 cédulas y faltando menos de una hora para el cierre de las votaciones se han acercado apenas 177 personas", dijo.
"Y sé que es la tendencia general, y personalmente pienso que esto se debe a que con el tiempo la gente evalúa los resultados de los gobiernos de turno y ya no cree en las promesas de los candidatos", opinó.
La tendencia además se presentó fuera de Colombia en donde a pesar de tener toda una semana para sufragar, solo 30.571 nacionales de un potencial de 600 mil, votaron para elegir un nuevo presidente en esta primera vuelta, registrando un 87 por ciento de abstención en 22 países y 30 ciudades.
"Lamentamos el nivel de abstencionismo pero creemos que se debe presentar un debate de control político para saber por qué es tan baja la participación en estas elecciones en el exterior", dijo a medios locales la directora de la Misión de Observación Electoral (MOE).
Héctor Rubio, votante que acudió a las urnas este domingo acompañado de su familia, dijo a Xinhua que se decidió a votar pensando en el futuro de su hijo y en un candidato decidido a luchar en contra de la delincuencia ciudadana, flagelo que está afectando a las principales ciudades.
"Ojalá salga un buen presidente de estas elecciones, queremos colaborar con el país y creemos que solo votando podemos hacerlo, queremos que baje la delincuencia y ayuden a la gente más necesitada", indicó.
Rubio añadió que pare él y los suyos el proceso de paz es apenas uno de los temas por los que debe preocuparse en futuro Gobierno.
"En cuanto al proceso de paz, no le veo mucha importancia a esa vaina, ni creo que cambie muchas cosas, pienso que es más importante por ejemplo que haya buen sistema de salud, y que le paguen bien a los educadores para que den una buena enseñanza a las futuras generaciones", dijo.
Por el contrario, Daniel Villa señaló que la paz debería ser un propósito de todos los candidatos y aseguró que apoyaría en segunda vuelta a cualquiera quien haga del proceso una prioridad ya que un país en paz puede pensar en un verdadero desarrollo.
"La iniciativa de Santos es rescatable, si es el que gana que la continúe, si los colombianos escogen a otro candidato me gustaría que no se interrumpa este proceso, ya no queremos vivir más con miedo, con la muerte tan cerca", dijo el joven votante.
De las 89.302 mesas informadas, se registraron 770.548 votos en blanco, representando el 5,99 por ciento no fueron lo que ese esperaba pero si aumentaron en relación con las anteriores votaciones.
Con estos resultados, el gran desafío tanto de Santos como de Zuluaga es el de conquistar al 60 por ciento de los colombianos que decidieron no votar en estas elecciones así como a los seguidores de los candidatos Marta Ramírez, Clara López y Enrique Peñalosa.
Para esto tendrán hasta el 15 de junio, fecha programada para la segunda vuelta de elecciones.
Ambos saben que no pueden perder tiempo y por eso desde el mismo momento de reconocer los resultados y festejarlos, los candidatos anunciaron parte de su estrategia para ganarse la confianza de los colombianos indecisos.
En la sede de campaña de Juan Manuel Santos, el hoy mandatario celebró con sus seguidores y se mostró confiado de obtener los votos de sus contendores, ya que todos se habían declarado abiertamente a favor del proceso de paz.
"Gracias a los millones de ciudadanos que acompañaron nuestra propuesta y que se van a multiplicar en la segunda vuelta", dijo entusiasmado Santos a sus seguidores que gritaban arengas como "¡Si se puede!" y "¡Con Santos y Vargas, la guerra se acaba!".
German Vargas Lleras, fórmula vicepresidencial de Santos lo acompañó a celebrar el triunfo que según el mandatario será ratificado en los comicios de junio.
"Somos mayoría los que queremos la paz y vamos a demostrarlo. Vamos a demostrar que somos más los que estamos decididos a terminar un conflicto, que lleva medio siglo de dolor y sangre. Que somos más los que les apostamos a un país incluyente, a un país moderno, a un país solidario, a un país sin guerra. Por eso unidos vamos por la paz", dijo.
Zuluaga por su parte, invitó a la candidata Marta Lucía Ramírez quien ocupó el tercer puesto en las votaciones con 1.995.349 a unirse a su campaña dirigida a los colombianos que prefieren un fin de la guerra determinado por la contundencia de la Fuerza Pública.
"Decidiremos si queremos continuar con un país cada vez más inseguro o construimos un país con más seguridad, como lo tuvimos entre 2002 y 2010 (gobierno de Alvaro Uribe), luchando frontalmente contra el narcotráfico y el micro-tráfico, llenando nuestras ciudades de cámaras de seguridad y mejorando los salarios de nuestra fuerza pública", dijo.
El candidato dijo además que no dejará que la guerrilla de las FARC se siga beneficiando con el proceso de paz en La Habana mientras siguen cometiendo actos terroristas en Colombia contra la población civil.
En las calles bogotanas y en las redes sociales ya se habla de las próximas elecciones en las que se decidirá cuál de los dos candidatos conducirá al país durante los próximos cuatro años y se genera una gran expectativa sobre cuál será el futuro del proceso de paz.
Sin embargo también se les pide a ambos que se concentren en debatir sobre sus propuestas de gobierno y no en alimentar los escándalos que se llevan toda la atención de los medios y opacan las razones que muchos esperan escuchar antes de tomar partido.
"Esperamos conocer con profundidad las propuestas de Zuluaga y de Santos, ya que durante su campaña solo pudimos ver en los medios sus bochornosos espectáculos (...) ¿así a quien le dan ganas de votar?, solo dan ganas de cambiar el canal cuando uno los ve", dijo Lorena Perilla, quien se abstuvo de votar en estas elecciones pero no descarta sufragar en la segunda vuelta.
Los grandes perdedores de la jornada que registró 311.679 votos nulos y 52.976 votos no marcados fueron los candidatos Clara López del Polo Democrático con 1.957.315 de votos y Enrique Peñalosa del Partido Alianza Verde con 1.065.038, quienes a pesar de sus programas y su buen desempeño en los debates previos a las elecciones obtuvieron los últimos lugares en la votación.
Se espera que en los próximos días, López, Peñalosa y Ramírez, se pronuncien con respecto a posibles alianzas con los candidatos ganadores que dependerán de las mismas para ponerse al frente del conflicto armado y del futuro político, social y económico de Colombia durante el periodo 2014-2018.