TAIYUAN, 26 may (Xinhua) -- Varias veces al día, Wang Zhihua mastica con cuidado la comida antes de pasársela de boca a boca a su niña de tres años, quien mantiene su boquita abierta como una cría de pájaro.
No es una nueva técnica de crianza, sino un método a través del cual un padre soltero espera salvar la vida de su hija Wang Keran, que es incapaz de masticar alimentos y sufre vómitos por una enfermedad extraña.
Wang Zhihua, de 27 años y natural del poblado de Zecheng, del distrito de Zuoquan de la provincia septentrional china de Shanxi, lleva 18 meses alimentando así a su hija.
A principios de la semana pasada, internet y algunos medios de comunicación publicaron fotos en las que se veía a Wang dando de comer a su hija de boca a boca, despertando la admiración y la compasión del público.
La niña, que pesaba sólo siete kilogramos, fue ingresada en el Hospital Infantil Provincial de Shanxi, en la capital provincial de Taiyuan.
Hasta ayer domingo, Wang había recibido donaciones de 170.000 yuanes (unos 27.000 dólares) de todo el país.
Chen Rui, el médico responsable del tratamiento de la niña, estimó que los gastos del tratamiento oscilarán entre 50.000 y 60.000 yuanes. "Afortunadamente, el dinero ha dejado de ser un problema", dijo.
La niña padece acalasia, un desorden que inhabilita el músculo del esófago, impidiéndole tragar.
En 2012, la enferma empezó a vomitar gravemente y perdió los dientes a causa de la desnutrición. Sin embargo, no pudo recibir tratamiento de forma oportuna porque su padre no podía aguantar los gastos, por lo que sus condiciones empeoraron.
Actualmente, los médicos están trabajando para mejorar la nutrición de la niña y ya están planeando la intervención quirúrgica. "El tratamiento parece esperanzador", dijo Chen, agregando que el hospital trata dos o tres casos de este tipo cada año.
Wang, el padre de la niña, sólo gana 20.000 yuanes anuales reparando los ferrocarriles cerca de su poblado. Por otra parte, sus padres, que están mal de salud, necesitan una gran suma para comprar medicamentos.
A principios de este año, la niña pudo estar cubierta por la sanidad pública, que está sujeta al sistema de registro de viviendas "hukou".
La niña no pudo disfrutar del derecho de hukou tras su nacimiento, porque sus padres nunca habían registrado oficialmente su matrimonio. Su madre abandonó el hogar después de que la niña cayera enferma en 2012.
Todavía se desconoce si los gastos del tratamiento de la niña serán cubiertos por los seguros médicos y en qué proporción. Wang prometió ofrecer los fondos donados sobrantes a los necesitados o a las organizaciones caritativas después de que se recupere su hija.