LA HABANA, 26 may (Xinhua) -- El consumo de tabaco en Cuba ha aumentado entre los adolescentes, aunque la prevalencia global del tabaquismo en la isla ha disminuido, destacaron hoy medios locales.
Patricia Varona Pérez, del Instituto Nacional de Epidemiología, informó sobre una encuesta nacional de tabaquismo en jóvenes, entre 13 y 15 años de edad, realizada en 2010, que arrojó resultados "preocupantes", apuntó el diario oficial "Granma".
Según el estudio, alrededor de un 9,7 por ciento de los estudiantes de secundaria básica (séptimo a noveno grados) eran fumadores activos, el 24 por ciento había fumado alguna vez y más de un 10 por ciento eran susceptibles a iniciarse en este consumo.
Entre las razones planteadas los jóvenes dijeron que fumar hacía que lucieran más atractivos, más de un 60 por ciento de los encuestados piensan que fumar los hace perder peso y un 93 por ciento cree que es dañino para la salud.
También, un 90 por ciento estuvo consciente de que el humo del cigarrillo que fuman le hace daño a otras personas y más de un 84 por ciento estuvo de acuerdo con que se prohíba fumar en lugares públicos tales como restaurantes, transportes colectivos, escuelas, canchas deportivas y discotecas, entre otros.
Solo un 61 por ciento manifestó su deseo de dejar de fumar por motivos como mejorar la salud, ahorrar dinero, y porque a la familia y las amistades no les agrada.
La especialista alertó sobre la necesidad de promover políticas eficaces para reducir el número de personas fumadoras, ante la tendencia al comienzo cada vez más precoz en esta adicción, hecho que aumenta la dependencia al tabaco.
En Cuba, el 15 por ciento de la mortalidad se produce por el tabaquismo, lo que equivale a 13.300 personas, mientras que alrededor de 1.500 mueren cada año por exposición al humo de tabaco ajeno.
Cuba ocupa el quinto lugar en América Latina y el Caribe en cuanto a la prevalencia del tabaquismo, siendo mayor la proporción de hombres que fuman que de mujeres.
La Organización Mundial de la Salud asegura que el consumo de tabaco podría causar para 2015 más de ocho millones de muertes en todo el planeta, y reducir al menos en 15 años la media de vida de los fumadores.