La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, presentó hoy un proyecto de ley que busca sancionar a las personas que conduzcan en estado de ebriedad y que provoquen accidentes con muertes o lesionados.
La iniciativa, conocida como "Ley Emilia" y que fue enviada al Congreso Nacional de Chile, pretende modificar las penas contenidas en la Ley de Tránsito, expresó la mandataria en el Palacio de La Moneda (sede presidencial) en la ciudad de Santiago.
"Se envía este proyecto, considerando que en nuestro país diariamente mueren 5 personas en promedio por este motivo", sostuvo.
La iniciativa mantiene para estos casos 3 años de prisión como mínimo, con un máximo de 10 años.
Propone, además, tipificar un nuevo delito cuando el responsable huya del lugar o reincida.
Bachelet dijo que la "Ley Emilia", en honor de la bebé que meses atrás falleció junto a su madre al ser arrollada por un automovilista ebrio, reforzará la campaña nacional contra el alcohol y contribuirá a avanzar en una cultural del manejo responsable.
"La conducción bajo los efectos del alcohol y el exceso de velocidad son los principales factores que contribuyen a accidentes fatales", comentó.
Dijo que en el país sudamericano, "el alcohol está presente en aproximadamente 20 por ciento de los accidentes fatales".
El 40 por ciento de los percences vehiculares donde se presenta alguna muerte, tiene como principal factor el exceso de velocidad.
La mandataria explicó que Chile se adhiere así al llamado de Naciones Unidas (ONU) sobre el diseño de un plan de acción que ayude a disminuir las cifras de fallecidos en siniestros de tránsito.
"No es justo que la irresponsabilidad de algunos, que afecta a inocentes, no tenga una pena adecuada en nuestra legislación", comentó.
Se aplicará una pena de 5 a 10 años de cárcel cuando esté en juego la salud y la vida de las personas, además de nuevas reglas en las "circunstancias atenuantes y no agravantes".