Shakira levantó el estadio Maracaná de Río de Janeiro en la fiesta de clausura del Mundial, antes del partido entre Alemania y Argentina, que tuvo a la samba como gran protagonista.
El "la, la, la", estribillo de la canción "Dare" de la cantante colombiana, causó un bramido en las gradas del estadio carioca, que estaba a media capacidad cuando Shakira hizo irrupción en el escenario, en el centro de una inmensa bandera brasileña tendida sobre el césped.
El resto de la ceremonia, de 18 minutos de duración, tuvo cierta acogida entre los hinchas brasileños, pero no así entre los argentinos y alemanes que copaban las tribunas y recibieron con cierta frialdad las coreografías de los bailarines de samba.