Estudio demuestra que a la gente inteligente le gusta vivir en las ciudades grandes |
Pekín, 11/07/2014(El Pueblo en Línea)-Las grandes ciudades son más concurridas, más contaminadas y más estresantes que cualquier otro entorno, pero también son donde la gente más inteligente quiere vivir.
Un nuevo estudio de los patrones de movilidad estadounidense sugiere que gente con mayor inteligencia es más propensa a moverse dentro y fuera de las ciudades. Entre ellos, aquellos individuos que provienen de pueblos rurales muestran las formas más altas de la inteligencia. Los resultados, ahora en línea, se publicarán en la edición de septiembre/octubre de la revista Intelligence.
El estudio, realizado por la psicóloga Markus Jokela de la Universidad de Helsinki, rastreó los patrones migratorios de 16 años de 11.500 estadounidenses con edades entre los 15 y 23, a partir de 1979. Jokela descubrió que las personas que se mudaron desde las áreas rurales y suburbanas a las ciudades tenían niveles de inteligencia mucho superiores a la gente que no se desplazaba o hacía cambios de vida de otro tipo. Esas mismas personas también tendían a abandonar las ciudades para mudarse a entornos suburbanos.
Los resultados en sí mismos no son particularmente reveladores, ya que se ha pensado durante mucho tiempo que los jóvenes inteligentes se mudan a las ciudades para recibir una mejor educación y encontrar trabajos mejor remunerados, y después se mudan a los suburbios para comenzar una familia, pero la parte más llamativa del estudio de Jokela son las cifras; destaca una brecha de inteligencia de 12 puntos entre los residentes rurales que se quedaron en sus pueblos natales y los que se mudaron a las ciudades. Cuando la situación estaba controlada por el nivel socioeconómico, esta brecha se reducía a los 4 puntos. Aunque estos datos son menos impresionantes, indica que la inteligencia juega un papel muy importante para los estadounidenses a la hora de decidir dónde vivir.
Mientras que los resultados son interesantes, deben leerse con precaución. El análisis de Jokela ilustra que la inteligencia y la migración están conectadas, pero no significa que la inteligencia realmente influya en la decisión de los individuos de migrar. Los datos para el estudio se recogieron después de 1996 y los patrones migratorios de EE.UU pueden haber cambiado mucho en las últimas dos décadas.
La conclusión más importante es que la gente inteligente tiene más ansias de seguir cambiando de lugar.