JERUSALEN, 30 oct (Xinhua) -- El mundo debe poner fin a su silencio y condenar la "incitación palestina" que alimenta la violencia en Jerusalén, indicó hoy el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Netanyahu hizo las declaraciones horas después de que un palestino armado baleó y dejó seriamente herido a un activista israelí de extrema derecha en Jerusalén.
Durante una reunión con funcionarios de seguridad y del orden de alto nivel, a quienes convocó para evaluar las tensiones a punto de estallar, Netanyahu dijo que Israel enfrenta "una oleada de incitación de parte de elementos islámicos radicales" y por parte del presidente palestino Mahmoud Abbas, "quien dijo que se debe evitar que los judíos ingresen al Monte del Templo por todos los medios posibles", se indicó en una declaración de la oficina de Netanyahu.
"Aún no he escuchado ni una sola palabra de la comunidad internacional que condene esta incitación. La comunidad internacional debe dejar su hipocresía y actuar contra los incitadores, aquellos que están intentando modificar el estado de cosas", añadió el primer ministro.
El ministro de Defensa de Israel, Moshe Ya'alon; el director de Shin Bet, Yoram Cohen; y el comisionado de policía ,Yohanan Danino, asistieron a la discusión, así como el alcalde de Jerusalén, representantes del Ministerio de Justicia y de la oficina del fiscal general y funcionarios militares.
Tras advertir que el conflicto por Jerusalén podría ser "largo y prolongado", Netanyahu exhortó tanto a árabes como a judíos a no tomar la ley en sus manos.
"Como en todos los demás conflictos, primero tenemos que atenuar las llamas y actuar con compostura, responsabilidad y determinación", dijo Netanyahu, quien agregó que ordenó reforzar la policía y otras medidas en Jerusalén con el fin de mantener la seguridad y el estado de cosas en sus sitios sagrados.
Otros importantes funcionarios israelíes hicieron eco de la acusación de Netanyahu y culparon a la "incitación palestina" del intento de asesinato del rabino Yehuda Glick, un destacado personaje de derecha que fue baleado el miércoles por la noche cerca de Jerusalén Oriental tras participar en la conferencia "Israel regresa al Monte del Templo".
Testigos describieron al hombre armado como un palestino que se acercó a Glick y a su esposa cuando salían de la conferencia. El atacante tenía un fuerte acento árabe y disparó a su víctima varias veces, antes de huir en motocicleta, dijo a los reporteros en el lugar de los hechos Moshe Feiglin, un legislador de línea dura del Likud que asistió a la conferencia.
Nacido en Estados Unidos, Glick es un vocero de los grupos israelíes que defiende de forma explícita la suspensión de las restricciones al acceso judío al Monte del Templo para orar y, según informes, ha recibido varias amenazas de muerte en el transcurso de los años.
Glick fue trasladado a un hospital local, donde se indicó que su estado es grave, pero estable.
Medios israelíes identificaron al presunto asesino como Muatnaz Hijazi, de 32 años, un integrante de la yihad islámica palestina que pasó 11 años en una prisión israelí por delitos de seguridad y que trabajaba en un restaurante del Centro Menachem Begin, donde se realizó la conferencia.
Hijazi murió horas después en un breve tiroteo con elementos de la unidad SWAT que fueron a arrestarlo en su casa en el barrio de Abu Tor, en Jerusalén Oriental, indicaron la policía y el servicio de seguridad Shin Bet.
"El sospechoso disparó varias veces a los oficiales cuando se le acercaron. Los oficiales respondieron y mataron al terrorista", dijo a Xinhua el vocero de la policía, Micky Rosenfeld.
El ministro de Defensa de Israel, Moshe Ya'alon, describió el intento de asesinato de Glick como "otra etapa" de la actual incitación contra los judíos y el Estado de Israel y acusó a Abbas de desempeñar un destacado papel en la creciente violencia.
"Cuando Abbas propaga mentiras sobre el derecho de los judíos a la tierra y su libertad de rezar, el resultado es terrorismo, como lo ocurrido a Glick. Es una prueba más de lo que decimos de forma constante: el conflicto no sólo es por el territorio, sino por la negativa palestina a reconocer nuestro derecho a vivir en este lugar", indicó Ya'alon en una declaración.
El ministro pidió autocontrol en Jerusalén y prometió que las fuerzas de seguridad seguirán "persiguiendo a los terroristas".
Por el temor de un brote de violencia a raíz del intento de asesinato, la policía cerró el miércoles por la noche el Monte del Templo y selló el complejo hasta nuevo aviso a los visitantes musulmanes y judíos, por primera vez desde que el ex primer ministro israelí Ariel Sharon, quien falleció el año pasado, visitó el lugar en septiembre de 2000.
La policía de Israel fue puesta en máxima alerta y cientos de oficiales fueron llamados desde Cisjordania para ayudar a las ya reforzadas fuerzas de seguridad a contener la violencia.