ACCRA, 6 nov (Xinhua) -- El presidente de Ghana, John Dramani Mahama, planteó hoy en Accra las importantes consecuencias del brote del letal ébola en la subregión del oeste de Africa.
Como presidente del órgano subregional de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (Ecowas, por sus siglas en inglés), Mahama exhortó al mundo a empezar a ver más allá de las cifras de contagios y de las tasas de mortalidad y a concentrarse en los rostros de las verdaderas víctimas.
Mahama hizo las declaraciones al inaugurar la sesión extraordinaria de dos días de la Autoridad de Jefes de Estado y de Gobierno de la Ecowas y pidió que las discusiones sobre la enfermedad que ha asolado a tres países del oeste de Africa, Guinea, Liberia y Sierra Leona, tengan mayor alcance que las evidentes necesidades de atención médica.
El presidente señaló que las discusiones en torno a los "efectos del ébola se concentran muy a menudo en lo más sencillo y obvio".
El presidente indicó que esto se relaciona con las necesidades más tangibles como camas de hospital, guantes y equipos de protección personal, así como con personal médico adicional, alimentos y dinero para la construcción de nuevos centros de tratamiento, los cuales, en efecto, son artículos sumamente cruciales".
"Pero los efectos del ébola son de gran alcance y hay necesidades que se extienden más allá de lo obvio, necesidades que son intangibles. Necesidades que también debemos, de alguna manera, intentar abordar", enfatizó Mahama.
Mahama dijo que tan sólo en Liberia, desde el inicio de la epidemia, más de 2.000 niños han quedado huérfanos registrados en un país que ya intentaba encontrar formas de ayudar a los niños que quedaron huérfanos durante la guerra civil de 14 años.
"Mientras que algunos niños que quedaron huérfanos por la guerra han sido adoptados o albergados en orfanatos, el temor y el estigma del ébola han hecho a estos nuevos huérfanos, a estos hijos de la enfermedad, indeseables en los hogares de sus parientes y rechazados en los orfanatos existentes", observó el presidente ghanés.
"Al contrario de los brotes anteriores del ébola en otras partes de Africa, durante los cuales sólo un 10 por ciento de los contagiados por la enfermedad sobrevivían, en este brote el virus ha mutado de tal forma que la tasa de supervivencia es de cerca de 50 por ciento".
"Aunque la mitad de los contagiados tienen la suficiente fortuna de sobrevivir a la experiencia, no pueden regresar a los hogares en los que alguna vez vivieron o a los empleos en los que alguna vez trabajaron. También encuentran que por causa del temor y el estigma son indeseables en cualquier lugar al que vayan", lamentó Mahama.
Mahama también resaltó la pobreza y la escasez de alimentos, así como las brechas del desarrollo económico en general que la enfermedad ha estado dejando y que quedarán a raíz de ella, en especial en los países afectados y en la subregión en general.
"Las contribuciones que los reunidos hoy en este lugar estamos haciendo, sin importar cuán pequeñas parezcan, pondrán en marcha una cadena de eventos que en última instancia conducirán a cambios de mayor escala en la transformación de Liberia, Guinea, Sierra Leona y toda la región del oeste de Africa", enfatizó Mahama.
La Organización Mundial de la Salud estima que hay cerca de 13.567 casos de ébola confirmados, probables y sospechosos en seis países afectados, Liberia, Guinea, Sierra Leona, Mali, España y Estados Unidos, así como en dos países anteriormente afectados, Nigeria y Senegal, con 4.951 muertes reportadas.
Aunque Mahama considera que la respuesta mundial al brote del ébola en Africa fue lenta en un principio, el presidente elogió los esfuerzos realizados con posterioridad por los países y organismos internacionales para ayudar a contener el brote.
Mahama indicó que el mundo debe seguir trabajando unido para dar una solución duradera al brote y para evitar que los países afectados colapsen.
A la cumbre también asistió Mohammed Ibn Chambas, enviado especial para el oeste de Africa del jefe de la ONU Ban Ki-moon.
Se espera que en el segundo día de la cumbre se discuta la situación política en Burkina Faso, donde el ejército tomó el poder luego de que el presidente Blaise Compaore renunció después de días de protestas masivas que sacudieron al país.