Fuente:agencias
Madrid,17/11/2014(El Pueblo en Línea)-Tras cinco meses en espera por trámites administrativos, los investigadores regresarán a la iglesia de Las Trinitarias, en Madrid, para proseguir la búsqueda de los restos mortales de Miguel de Cervantes. Un hallazgo que se espera lograr en el 2015, coincidiendo con la celebración del cuarto centenario de la segunda parte del Quijote.
Una veintena de investigadores liderados por el forense Francisco Etxeberria accederán a la cripta de la iglesia, donde hay cerca de 30 puntos de enterramiento, aunque tendrán que dejar para más adelante el rastreo de los otros cuatro nichos, una intervención que requiere el levantamiento del suelo.
Preparada la cripta, los técnicos de la Sociedad Científica Arazandi -presidida por Etxeberria- introducirán cámaras microscópicas en cada uno de los nichos para comprobar si en alguno de ellos hay restos óseos compatibles con los de alguien con las características del escritor.
Se sacarán de los nichos para ser analizados solo en el caso de que se crean semejantes a los de Cervantes, y la mejor ayuda que tendrán los expertos se la dio el propio escritor, que en el prólogo de sus «Novelas ejemplares» dejó un retrato de sí mismo. «Éste que veis aquí, de rostro aguileño (...), de nariz corva, aunque bien proporcionada (...) los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos estremos, ni grande, ni pequeño (...) algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies (...)», escribió; pistas que sería posible identificar aunque haya pasado mucho tiempo.
Se cree que el padre de «El Quijote» fue enterrado con un modesto hábito de la orden terciaria que, de aparecer, será analizado por un equipo de técnicos del Museo del Traje.
Según la tradición oral, Cervantes fue enterrado a los pies de una imagen de la Virgen de la Inmaculada, un dato al no da mucha credibilidad el historiador y promotor del proyecto Fernando de Prados.
Las deducciones históricas no despejan incógnitas sobre el paradero de un escritor al que se pretende localizar coincidiendo con dos aniversarios muy importantes: el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote, en el 2015, y los 400 años de su muerte, en el 2016.