BUENOS AIRES, 19 nov (Xinhua) -- El ministro del Interior y Transporte de Argentina, Florencio Randazzo, presentó hoy una iniciativa al Senado que impulsa una ley de tolerancia cero a conductores, para impedir que automovilistas manejen bajo el efecto del alcohol.
El funcionario compareció ante un plenario integrado por las Comisiones de Infraestructura, Vivienda y Transporte, Justicia y Asuntos Penales, y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Senadores.
Allí, señaló que "con esta modificación a la Ley de Tránsito, reduciendo de 0,5 a 0 la tolerancia en la alcoholemia queremos que el que toma alcohol no pueda manejar".
El ministro remarcó que "las personas no responden necesariamente de igual manera ante la misma bebida, e inclusive ante la misma dosis ingerida; quizás alguien piensa que puede beber dos copas de vino, pero resulta que con sólo una ya supera el actual límite de 0,5".
"Existe una fuerte decisión por parte de la presidenta Cristina Fernández de impulsar esta medida, porque está comprobado que la mínima ingesta triplica el riesgo de sufrir un siniestro vial", ilustró el funcionario.
Randazzo, quien asistió acompañado por familiares de víctimas de siniestros viales, explicó que "en Argentina los siniestros viales ocupan el tercer lugar entre los motivos de ingreso a hospitales, y el 23 por ciento de los pacientes ingresados por ese motivo se vinculan directamente con el consumo de alcohol".
"Cuando analizamos los resultados de los controles de alcohol realizados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el 7 por ciento de los conductores superaba el límite permitido, pero hubo un 11 por ciento más, que dieron entre 0,1 y 0,5, que sin duda estaban bajo los efectos del alcohol y que no fueron sancionados", detalló.
Randazzo señaló, además, que "el alcohol tiene una fuerte penetración en los jóvenes, donde según los casos de alcoholismo detectados durante 2013, el 80 por ciento tenía entre 18 y 44 años, y apenas el 20 por ciento fueron mayores de 45 años".
En su presentación, agregó que "cuando desagregamos el dato de control de alcoholemias positivas por tipo de vehículo, observamos que el 78 por ciento se dio en automóviles, el 15 por ciento en motocicletas, 4 por ciento en pick up y apenas 1 por ciento en ómnibus y 1 por ciento en camiones".
El ministro, responsable de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, destacó que "reduciendo la tolerancia a 0, estamos dando un mensaje claro y concreto que por un lado simplifica los controles y, por el otro, establece un mensaje que nos ayuda a generar un cambio cultural sobre la necesidad de no consumir alcohol al conducir".
Randazzo recordó que "no se trata de una medida nueva. Lo que vamos a hacer es ampliar las condiciones que hoy rigen sólo para conductores profesionales, eliminando una discriminación entre conductores profesionales y particulares".
Al término de la reunión, en la que se consiguió dictamen favorable para que la iniciativa pase a ser tratada por el Senado en pleno, el funcionario aseguró que "esta norma ayudará a seguir avanzando en un profundo cambio cultural sobre nuestra conducta en la vía pública; garantizará salvar más vidas en el tránsito".
En Argentina, según datos de organizaciones no gubernamentales, mueren 22 personas al día como consecuencia de accidentes de tránsito.
Por su parte, el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Guillermo García, propuso ampliar la tolerancia cero únicamente a conductores novatos, y la incorporación de sensores en los vehículos para que no arranquen en el caso de que el conductor haya consumido alcohol en exceso.
"Defendimos la posición de la vitivinicultura. Estoy de acuerdo con todas las medidas que permitan avanzar en mejorar los controles y las penas para la siniestralidad vial", planteó García a través de un comunicado.
García agregó que, "como parte de la industria vitivinícola, no queremos que se alteren los valores de tolerancia cero para profesionales, 0,2 g/l para motociclistas y 0,5 g/l para particulares".
El directivo señaló que seguirá "defendiendo el consumo responsable. Lamentablemente para la industria vitivinícola será una pérdida de litros de venta".