El Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) condenó hoy en términos enérgicos el ataque contra un autobús perpetrado el sábado en el norte de Kenia que dejó al menos 28 muertos y señaló que "el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las más serias amenazas a la paz y la seguridad internacionales".
"Los miembros del Consejo de Seguridad condenan en términos enérgicos el ataque del sábado en Mandera, Kenia, del cual se responsabilizó Al-Shabaab, que causó la muerte de numerosas personas inocentes", dijo el organismo de 15 naciones en una declaración para la prensa.
Los miembros del consejo reiteran que cualquier acto de terrorismo es criminal e injustificable, sin importar su motivación y dónde, cuándo o quién lo cometa, se indicó en la declaración.
El consejo reitera su determinación de combatir todas las formas de terrorismo de conformidad con las responsabilidades establecidas en la Carta de Naciones Unidas.
También destacan la necesidad de presentar a los perpetradores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos censurables actos de terrorismo ante la justicia y exhortan a todos los Estados, de conformidad con sus obligaciones ante el derecho internacional y las resoluciones pertinentes del CSNU, a cooperar activamente con las autoridades regionales pertinentes en este sentido, indicó la declaración.
El Consejo de Seguridad también exhorta a los países a asegurarse de que las medidas tomadas para combatir el terrorismo se ajusten a sus obligaciones de conformidad con el derecho internacional, en particular los derechos humanos internacionales y la ley humanitaria y sobre refugiados, y reiteran su decidido apoyo de mucho tiempo a todos los actores que trabajan para poner fin a la amenaza planteada por Al-Shabaab en la región.
El sábado, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon condenó el ataque y expresó la esperanza de que "los responsables del ataque de hoy sean presentados pronto ante la justicia".
Militantes del Al-Shabaab atacaron el autobús la mañana del sábado. El autobús viajaba hacia Nairobi, la capital, cuando fue detenido en el distrito de Mandera, no lejos de la frontera somalí.
En una declaración en un sitio en la red vinculado con el grupo islamista se indicó que el ataque del sábado fue realizado en represalia por las redadas de seguridad realizadas en mezquitas de la ciudad keniana costera de Mombasa, se indicó en informes.
Desde que Kenia envió tropas a través de la frontera a Somalia en el 2011, la zona norte y partes del este de Kenia se han visto afectadas por una serie de explosiones, muchas dirigidas contra las fuerzas de seguridad locales y trabajadores humanitarios.