Las fuerza de seguridad iraquíes continúan hoy sus enfrentamientos contra el grupo miliciano Estado Islámico (EI) en Irak, luego de que los milicianos destruyeron mezquitas sunnitas y casas en pueblos recientemente liberados de extremistas milicianos del EI, dijeron fuentes de seguridad.
En la provincia oriental iraquí de Diyala, las fuerza de seguridad, apoyadas por milicias chiitas y fuerzas kurdas conocidas como Peshmerga, se enfrentaron con milicianos del EI y limpiaron 13 aldeas en el área de Tabaj, a unos 150 km al noreste de la capital del país, Bagdad, dando muerte a por lo menos siete milicianos y destruyendo tres vehículos cargados con armas y municiones, dijo una fuente provincial de seguridad a Xinhua pidiendo permanecer en el anonimato.
Durante los combates, docenas de milicianos del EI huyeron de las aldeas hacia el área montañosa cercana de Himreen, dijo la fuente.
En otro incidente, las fuerzas de seguridad mataron a un líder del grupo miliciano EI y a tres de sus colaboradores durante un operativo contra su casa en una aldea cercana al pueblo de Jalawlaa, a unos 130 km al noreste de Bagdad, añadió la fuente.
Además, milicianos chiitas hicieron estallar seis mezquitas sunnitas y prendieron fuego a más de 30 casas durante las últimas 24 horas en los pueblos predominantemente sunnitas de Saadiyah y Jalawlaa, los cuales habían sido liberados en días recientes de milicianos del EI, dijeron las fuentes.
Los observadores consideran los ataques contra las mezquitas y casas como una especie de provocación sectaria que solamente incitará el enojo entre los residentes de los pueblos sunnitas y envía un equívoco mensaje a la comunidad sunnita iraquí.
En la provincia, un miliciano chiíta murió y cuatro resultaron heridos en una detonación en el pueblo de Saadiyah, a unos 140 km al noreste de Bagdad, dijo.
Los pueblos de Jalawlaa, Saadiyah y Tabaj son parte de las disputadas áreas con pobladores kurdos, árabes, turcomanos y otros. Los kurdos han demandado expandir su región autónoma en el norte de Irak para incluir la provincia petrolera de Kirkuk y otras áreas en las provincias de Nineveh, Salahudin y Diyala, pero su acción se enfrentó a la dura oposición del gobierno en Bagdad.
En la provincia de Salahudin, las fuerzas de seguridad mataron a ocho milicianos del EI durante una operación de limpieza en algunos vecindarios del pueblo de Baiji, a unos 200 km al norte de Bagdad, dijo una fuente provincial de seguridad a Xinhua.
A principios de este mes, tropas del gobierno tropas recapturaron Baiji y la cercana refinería petrolera después de violentos enfrentamientos con milicianos extremistas.
La situación de seguridad en Irak empezó a deteriorarse drásticamente desde el 10 de junio, cuando sangrientos enfrentamientos estallaron entre las fuerzas de seguridad iraquíes y el grupo Estado Islámico, una derivación de Al Qaeda, que tomó el control de la provincia norteña de Nineveh y posteriormente decomisaron franjas de territorios luego de que las fuerza de seguridad iraquíes abandonaron sus puestos en otras provincias sunnitas.