BRUSELAS, 30 nov (Xinhua) -- El incidente de Ferguson en Estados Unidos, el cual ha desatado protestas persistentes, se ha recibido en Europa con un extendido criticismo.
La cadena de radio española Cadena Ser subrayó el hecho de que la población negra forma el 93 por ciento de todos los arrestos en Ferguson, a pesar de que los ciudadanos negros son tan sólo dos tercios de la población total.
Según datos de unas 1.600 comisarías en todo Estados Unidos, las personas negras tienen siete veces más posibilidades de acabar en la cárcel que las personas blancas, anotó la emisora.
El rotativo de centro-izquierda El País, también de España, afirmó que Ferguson, una localidad de tan sólo 20.000 habitantes, es "el trauma de la América de (Barack) Obama".
El diario menciona también que Ferguson fue fundado por propietarios de esclavos y que "las actitudes discriminatorias persisten y han aplastado las esperanzas que trajo la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca en 2009".
La ministra de Justicia francesa, Christiane Taubira, publicó tres tweets este martes en los que cuestiona la decisión de la justicia estadounidense de no encausar al policía que mató a Michael Brown.
"Está claro que, cuando la frustración es tan fuerte, tan profunda, tan duradera y tan grande, la confianza en estas instituciones debe ser cuestionada", continuó expresando su preocupación en France Info.
El diario Le Figaro dijo que el caos en Ferguson obligará a Obama a hacer frente a las cuestiones raciales en el país.
"Destruye las esperanzas de todos los que habían creído, inocentemente, que la elección del primer presidente negro en la historia de Estados Unidos llevaría al país a una era "post-racial". Cinco años y medio después de su elección para la Casa Blanca, Barack Obama está atrapado en la cuestión negra", afirma el periódico galo.
En Londres, alrededor de 1.500 personas se unieron a las protestas ante la embajada de Estados Unidos este miércoles para mostrar su apoyo a la familia de Brown.
Las protestas, iniciadas por la organización antiracista británica Stand Up To Racism, duraron más de tres horas, tras lo cual miles de personas participaron en una marcha improvisada por Oxford Street.
Diane Abbott, miembro del Parlamento británico y partidaria de las protestas, dijo: "Mi simpatía más profunda va hacia la familia de Mike Brown. No sólo han perdido a un ser querido, sino que tras la decisión del gran jurado, no cabe duda de que tienen un enorme sentimiento de injusticia, lo cual sólo empeora su dolor".
"La ira y los disturbios que han seguido a esta decisión van más allá de la muerte de Mike y hasta las raíces de cuestiones del sistema judicial pendientes desde hace largo tiempo", dijo Abbott.
Este miércoles, otro tiroteo mortal atrajo todas las miradas después de que una grabación de seguridad mostrara a un oficial de policía blanco matando a tiros a un niño negro de 12 años que jugaba con una pistola de juguete en un parque de Cleveland.
"Una y otra vez, nadie se hace responsable. Cuando otro joven negro desarmado es derribado y esto es 'legal'", afirmó Abbott, "no puede sorprender a nadie que la población negra se plantee cuánto valor ponen estas mismas leyes en sus vidas".
Rahul Patel, un activista antiracista, dijo que es necesario dejar que Estados Unidos se dé cuenta de que gente de todo el mundo está en contra de esta injusticia.
"Debemos hacer frente al racismo contra las comunidades negras en todas sus formas, ya que los ataques racistas aumentarán si no lo hacemos", afirmó Patel. "Debemos desafiar al racismo institucional para que la policía no tenga la licencia de actuar con impunidad".
Tras la decisión de no presentar cargos contra el policía, la gente siente que no hay otra forma mejor de expresar sus emociones que las manifestaciones, dijo Benita Heiskanen, profesora asociada de Estudios Americanos de la Universidad de Turku, en una entrevista con la emisora nacional finlandesa YLE.
Heiskanen dijo que la elección de Obama como presidente no cambia las actitudes raciales hacia los ciudadanos estadounidenses negros. En práctica, las áreas residenciales blancas y negras todavía sufren una alta segregación. "En la práctica, la situación no ha cambiado", aseguró Heiskanen.