ISLAMABAD, 16 dic (Xinhua) -- Al menos 141 personas perdieron la vida, entre ellas 132 estudiantes, y 133 resultaron heridas hoy en un ataque terrorista emprendido contra una escuela pública administrada por el ejército en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, informó un vocero del ejército de Pakistán.
El director general de Relaciones Públicas Interservicios y portavoz del ejército, el general Asim Saleem Bajwa, dijo en una conferencia de prensa hoy en Peshawar que el personal de seguridad finalizó la operación contra los militantes que mataron a 141 personas, incluyendo a 132 niños y nueve empleados de la escuela.
El portavoz dijo que 133 personas resultaron heridas en el ataque, incluyendo a 121 estudiantes, tres miembros del personal y nueve elementos del ejército, incluyendo a dos oficiales.
Bajwa indicó que la operación contra los militantes se completó después de casi diez horas de intercambio de disparos y que los siete militantes involucrados en el ataque murieron.
El letal ataque ocurrió a alrededor de las 10:30 hora local de hoy cuando hombres fuertemente armados con uniformes militares tomaron por asalto la escuela localizada en la calle de Warsak en el centro de Peshawar, capital de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa.
La escuela, administrada por el ejército, proporciona educación a niños de familias militares de entre nueve y 17 años de edad.
Los agresores llegaron en una camioneta pickup marca Suzuki y entraron a la escuela tras quemar su vehículo, indicaron testigos.
Un estudiante lesionado dijo que los militantes atacaron el auditorio principal de la escuela donde se realizaba una ceremonia para los estudiantes de noveno y décimo grado.
Poco después del ingreso de los militantes se escucharon disparos. Los militantes entraron corriendo al auditorio, dispararon y arrojaron granadas de mano contra los estudiantes y elementos del personal.
Después, los agresores retuvieron en custodia a muchos estudiantes dentro del auditorio durante un intercambio de disparos con las fuerzas de seguridad, indicaron supervivientes.
Había alrededor de 1.100 estudiantes dentro de la escuela al momento del ataque, dijo Bajwa.
La fuerza de respuesta rápida del ejército pakistaní llegó al lugar de los hechos unos 10 o 15 minutos después de que se informó sobre el ataque, indicó Bajwa.
Grandes contingentes de fuerzas fueron convocadas al combate contra los militantes. Tanques, vehículos blindados para transporte de personal y helicópteros también fueron utilizados en la operación de rescate.
Durante la operación se escucharon intensos tiroteos y explosiones.
Los siete agresores portaban chalecos con explosivos. Según informes, al menos un agresor se hizo estallar tras ser acorralado y los otros seis fueron abatidos por comandos militares.
Los militantes también colocaron minas terrestres dentro de la escuela, lo que dificultó aún más la operación de rescate, indicó el vocero militar, quien añadió 960 estudiantes fueron rescatados durante la operación.
Todas las víctimas del ataque fueron trasladas a hospitales civiles y militares de Peshawar. Se declaró un estado de emergencia en la ciudad y sus hospitales. Debido al gran número de heridos, los hospitales pidieron al público que donara sangre.
El Talibán pakistaní se responsabilizó del ataque.
El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, se trasladó a Peshawar para dirigir la operación y el jefe del ejército, el general Raheel Sharif, interrumpió una visita a la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, para supervisar la operación.
El presidente de Pakistán, Mamnoon Hussain, emitió una declaración en la que condenó en términos enérgicos el ataque y señaló que tales ataques cobardes no podrán acabar con la determinación y la moral de la nación pakistaní en el combate al terrorismo.
El gobierno de Pakistán anunció tres días de duelo nacional por las víctimas del ataque.
El asesinato masivo de menores y civiles inocentes generó enérgicas condenas de todas las clases sociales y de la comunidad internacional.
Los líderes de Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, India, Turquía y Filipinas condenaron en términos enérgicos el ataque y expresaron su solidaridad hacia las víctimas del ataque.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China también emitió esta noche una declaración de condena al ataque.
Este es el peor ataque terrorista desde el inicio de la operación militar contra los militantes de la región tribal de Waziristán del Norte, en el noroeste de Pakistán, el 15 de junio de este año.
Según informes, más de 1.200 militantes y más de 100 soldados han muerto hasta ahora en la operación militar.
La operación comenzó luego de que fracasaron las conversaciones de paz y de un letal ataque perpetrado el 8 de junio en el aeropuerto más concurrido de Pakistán en la ciudad portuaria sureña de Karachi, el cual dejó a al menos 40 muertos, incluyendo a 10 terroristas.
El 2 de noviembre, un atacante suicida hizo estallar su chaleco con explosivos en medio de una multitud de más de 200 personas que regresaban de la ceremonia de "retiro de las banderas" y de un desfile de policías en el cruce fronterizo de Wagah entre Pakistán e India. El ataque provocó la muerte de al menos 62 personas y dejó 150 heridos.